La bocana del río Guadiaro, taponada de nuevo
La desembocadura del río Guadiaro presenta nuevamente esta situación tan preocupante con la bocana taponada, impidiendo el intercambio de aguas y salida natura al mar. Una circunstancia que vuelve a repetirse sólo unas semanas más tarde de que el Ayuntamiento de San Roque volviera a liberar este espacio con la retirada de arena.
De nuevo, la falta de una solución y previsión a medio plazo que permita encontrar una respuesta a este problema que cíclicamente afecta a la salida al mar del río Guadiaro y que llega afectar a toda las especies, impidiendo la oxigenación del agua.
Recordar que a finales del pasado agosto fue nuevamente el Ayuntamiento de San Roque quién volvía a liberar la desembocadura. Además, el propio Consistorio en esta ocasión, como en otras tantas anteriores, detallaba que “asume dicha labor cuando en realidad es competencia de la Junta de Andalucía por motivos medioambientales y de salud, siendo que van a reclamar al Gobierno regional las facturas de las cantidades abonadas en los últimos años solicitando un reembolso”.
El taponamiento de la bocana del Guadiaro es una cuestión recurrente cada verano por el poco caudal del río y por la acumulación de arena que genera el levante. Una vez cerrada la desembocadura, la apertura debe hacerse en pocos días, debido a que la falta de oxígeno provoca la muerte de peces, un problema medioambiental que se puede convertir en sanitario ya que el río desemboca junto a una urbanización situada en Sotogrande.
Mirando atrás, al menos desde 2019 ha habido once ocasiones donde el Ayuntamiento de San Roque tuvo que asumir esta labor, “a pesar de que es competencia de la Junta de Andalucía según un informe de la Abogacía del Estado y porque el estuario es espacio natural protegido, al formar parte de la Red Natura 2000”, se detalla desde el Ayuntamiento.