Turismo preparado, Carlos Rodríguez Braun
Este año 2020 la feria del turismo Fitur celebra su 40 cumpleaños. Hace pocos días, el destacado empresario Clemente González Soler, presidente de Ifema, la institución ferial madrileña que aloja a Fitur, declaró: “en el futuro habrá dos tipos de empresas: las que innovan y las que desaparecen”. Esto vale para todas las empresas, y también para el sector turístico, que ha de estar preparado para adaptarse a un nuevo entorno más competitivo y, en ocasiones, adverso.
Las crecientes cifras de visitantes no ocultan que los ingresos por turismo llevan tres años bajando, que se frena el crecimiento de los países de origen de los turistas, y que se recuperan Egipto, Turquía o Túnez, destinos alternativos a nuestro país. La economía mundial se desacelera y la española también. Como dice el profesor Rafael Doménech, “era difícil esperar que el turismo, que ha hecho una importantísima contribución a la recuperación económica, siguiera creciendo a tasas de dos dígitos”. A esto hay que añadir elementos generales, como el precio del petróleo o los tipos de interés, y particulares del sector, como la quiebra de Thomas Cook. Puede producirse, en consecuencia, una pérdida de dinamismo en el negocio turístico.
También hay que considerar la incertidumbre política y regulatoria, la subida del salario mínimo, que ya está teniendo un impacto negativo en la contratación, las anunciadas subidas de impuestos, y las disparatadas políticas hostiles contra los turistas, que ha emprendido la ultraizquierda en varios lugares de España, en especial en Cataluña y las Islas Baleares.
Sin embargo, y a pesar de todas estas contrariedades, observamos en el sector turístico un ímpetu innovador que puede compensarlas. De otro modo, no se entendería el notable interés que los fondos nacionales y extranjeros muestran por invertir en esta actividad en España. Ni tampoco el gran crecimiento del turismo de negocios en varios puntos de nuestro país.
El turismo, por tanto, no es ciego ante sus propios desafíos y carencias, y está preparado para afrontarlos, consciente de los cambios que son necesarios, pero también de la esperanza en el futuro. Y también aquí, como vimos en el reciente Foro Empresarial Sotogrande.
Tourism ready
Carlos Rodríguez Braun
This year, 2020, the Fitur tourism fair is celebrating its 40th anniversary. A few days ago, the notable entrepreneur Clemente González Soler, president of Ifema, the Madrid fair institution that hosts Fitur, declared: “in the future there will be two types of companies: those that innovate and those that disappear”. That applies to all companies, and also those of the tourist sector, which have to be ready to adapt to a new environment that is more competitive and, at times, adverse.
The increasing numbers of visitors do not hide the fact that income from tourism has been falling for three years, that growth is slowing in the countries of origin of tourists, and that Egypt, Turkey and Tunisia, alternative destinations to our country, are recovering. The global economy is slowing down and so too is the Spanish economy. As professor Rafael Doménech says, “it was difficult to expect that tourism, which has made an extremely important contribution to economic recovery, would continue to grow at double-digit rates”. In addition to this, there are general elements, such as the price of fuel and interest rates, and particular aspects in the sector, such as the bankruptcy of Thomas Cook. Consequently, there may be a loss of dynamism in the tourism business.
It is also necessary to consider political and regulatory uncertainty, the increase in the minimum salary, which is already having a negative impact on hiring, the announced tax rises, and the crazy hostile policies against tourism, undertaken by the far-left in several places in Spain, especially Catalonia and the Balearic Islands.
However, and despite all of these setbacks, in the tourist sector we observe an innovative impetus that could offset them. Otherwise, it wouldn´t be possible to understand the notable interest that national and foreign funds show in relation to investing in this activity in Spain. Nor the great growth in business tourism in several places in our country.
Therefore, tourism is not blind to its own challenges and shortcomings, and it is ready to face them, aware of the changes that are necessary, but also of hope in the future. This also applies to us, as we saw at the recent Sotogrande Business Forum.