Navidad: Un Momento para Reflexionar y Crecer

Carlos Oliveria
Carlos Oliveria

La Navidad es mucho más que luces, regalos y celebraciones; es una invitación a mirar hacia dentro, a detenernos un momento en medio del ajetreo del año y reflexionar sobre quiénes somos y quiénes queremos ser. En lugar de centrarnos exclusivamente en objetivos para 2025, propongo que estas Navidades sean un período con propósito, una oportunidad única para convertirnos en nuestra mejor versión.

El coaching nos enseña que las transformaciones profundas comienzan con la conciencia. Y pocas épocas del año son tan propicias como la Navidad para hacernos preguntas clave: ¿Estamos viviendo alineados con nuestros valores? ¿Estamos dedicando nuestro tiempo y energía a lo que realmente importa?

Vivir unas Navidades con propósito implica tres cosas. Primero, reflexionar sobre nuestro presente. Como decía el filósofo estoico Marco Aurelio, "La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos." Es en el presente donde encontramos las claves para construir un futuro mejor. Aprovechemos esta Navidad para apreciar lo que ya tenemos, en lugar de preocuparnos constantemente por lo que vendrá.

Segundo, ayudar a los demás. En una sociedad donde el éxito suele medirse en logros personales, es fácil olvidar el poder de la generosidad. Sin embargo, estudios han demostrado que ayudar a otros no solo beneficia a quien recibe, sino que también nos llena de propósito y satisfacción. Dedicar tiempo, recursos o simplemente una palabra amable puede ser el regalo más valioso de estas fiestas.

Por último, vivamos la Navidad como un espacio para ser buenas personas, tanto con los demás como con nosotros mismos. Séneca decía que “la vida no es corta si sabemos cómo vivirla.” Actuar con bondad y rectitud no es solo un ideal, es una práctica diaria que podemos reforzar en este tiempo especial.

Así que estas Navidades, más allá de planificar y establecer metas para el próximo año, detengámonos a vivir el presente con intención, a valorar nuestras relaciones y a buscar el crecimiento personal desde la reflexión y el servicio. Porque no hay mejor regalo para el mundo, ni para nosotros mismos, que trabajar en ser la mejor versión de quienes somos.