Consejos de la Oficina del Consumidor, para las rebajas
La Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), detalla una serie de recomendaciones para los compradores con motivo de las rebajas, que se extienden desde enero hasta marzo. Entre éstas se destacan cuestiones encaminadas a comprobar la calidad de los productos y reclamar en caso de conflicto con el establecimiento.
Desde la OMIC se recuerda que los artículos, ahora en rebajas, tienen que haber estado expuestos en las tiendas, al menos, durante un mes antes del comienzo de las mismas, cuando los precios eran más altos. Otras recomendaciones típicas también se dan la mano con el sentido común: comprobar que en la etiqueta aparece también el precio anterior del artículo; comprobar que los productos no tienen taras o están deteriorados; no abusar de las tarjetas de crédito; comprar en Internet sólo en sitios seguros; conocer la política de devoluciones de cada comercio; guardar los comprobantes de pago, tiques de compra y garantías; y reclamar en caso de conflicto con el establecimiento.
Para sacar el máximo provecho al periodo de descuentos, desde la OMIC se facilitan los siguientes consejos: cuando un artículo tiene un defecto, se puede exigir al vendedor el abono de la compra, sin la obligación de aceptar cheques, vales ni cambios, tanto si se pagó con tarjeta como si se hizo en efectivo. De hecho, no se deben confundir las rebajas con las ventas de promoción, saldos y liquidaciones, ya que en el primer caso los artículos obligatoriamente deben ser de igual calidad que en cualquier otra temporada si bien a un precio más bajo.
La OMIC también recomienda hacer las compras en efectivo, ya que las tarjetas de crédito distorsionan la visión de los gastos realizados. Pero aún más peligrosos son los créditos rápidos, ya que suelen tener elevados tipos de interés. Eso sí, ningún establecimiento está obligado a aceptar el pago con tarjeta de crédito o débito, si bien tiene que indicarlo a sus clientes de forma visible.
En cuanto a las compras por Internet, lo más seguro es hacerlo en páginas adscritas al Sistema Arbitral de Consumo. Y, sobre todo, cuando se introduzcan los datos bancarios hay que comprobar que la dirección del navegador comienza por “https”, lo que significa que se trata de una página web segura (frente al encabezado común: http).
La OMIC recomienda guardar siempre los justificantes de compra, facturas y tiques como únicas garantías ante un posible cambio, devolución o reclamación. En este sentido, los certificados de garantía tienen que estar cumplimentados, y hay que tener en cuenta que todos los bienes de consumo nuevos tienen dos años de garantía, mientras que los de segunda mano comprados en tiendas cuentan, como mínimo, con una garantía de un año.