Es sábado, ¿sigues durmiendo?
Dormir hasta tarde los fines de semana no es tan bueno como parece. Según los últimos estudios de la Universidad de Arizona, alargar las noches y abrazar la cama durante todo la mañana, puede provocar grandes sustos.
Toda la semana vivimos temerosos de ese sonido incesante del despertador que nos hace pensar en posibilidades como dejar el trabajo, los estudios e incluso plantearse la idea de sobrevivir gracias a la naturaleza. Pero al final, lo piensas bien, ves que pronto llegará el fin de semana, y te tomas esta taza de café con las pocas ganas que hay en lo más recóndito de tu cuerpo.
Los horarios de la semana se rompen completamente cuando llega el final de esta, salir con los amigos, ver todas las series atrasadas o incluso la teletienda, se convierten en mejores opciones que irte a dormir pronto, como haces el resto de la semana. Esto supone que al día siguiente se te peguen las sábanas más de la cuenta. La Universidad americana asegura que modificar los ritmos de sueño durante los días de descanso puede producir alteraciones cardiovasculares. Lo llama jet lag social, y trata la falta de sueño los días laborales.
Al fin y al cabo, la ciencia no quiere que desconectemos el reloj los fines de semana, pero, la tranquilidad de perder de vista un par de días al despertador, no debe ser muy malo para la salud.