Entrevista a Mario Sandoval

Mario Sandoval es uno

de los nombres propios de la cocina española, de la que lleva enamorado,

prácticamente, toda su vida. Premio Nacional de Gastronomía 2013, se encuentra

al frente de la culinaria del famoso restaurante madrileño Coque, como tercera

generación de una saga de grandes maestros. Aprovechamos que ha sido nombrado,

recientemente, Embajador Mundial

de la Gastronomía, para charlar con él y pedirle una propuesta

gastro inspirada en Sotogrande:

Recientemente, has sido nombrado  Embajador

Mundial de la Gastronomía,un

galardón que recogerás el próximo 

noviembre en Nueva York, ¿qué supone este premio para ti y para la

cocina española en general?

Para mí es un orgullo que España tenga este

reconocimiento a nivel gastronómico, porque ahora mismo estamos viviendo un

momento muy especial en la gastronomía española gracias al trabajo de los

productores, de los agricultores, de los pescadores y de todo lo que compone la

gastronomía. Es un honor recoger este premio como español y traerlo a Madrid,

mi ciudad, para que todos los clientes y gastrónomos de América puedan conocer

Coque y venir hasta aquí a probar nuestra gastronomía.

También

cuentas con dos Estrellas Michelin, ¿pesan estos galardones a la hora de llevar

un restaurante como Coque?

Los

galardones son una recompensa al 

esfuerzo y al trabajo de un equipo. Para mí, es un honor llevar este reconocimiento,

junto con mi equipo, mis hermanos… Para nosotros es una forma de entender la

gastronomía y de superarnos cada día. Es algo que, realmente, nos mueve ser esa

parte un poco inconformista y llegar a poder servir a nuestros clientes lo

mejor posible.

Hablando

de Coque, ¿cómo lo presentarías a alguien que nunca hubiera oído habla de él

(algo bastante improbable)?

Coque

es un estilo de vida, es un restaurante familiar donde lo más importante son

las personas, el equipo que compone el restaurante. Lo he vivido desde pequeño,

y siempre me ha gustado la búsqueda del producto; que todo estuviera perfecto;

el servicio; la temperatura de los vinos, o las cocciones de los platos. Para mí,

Coque es eso;  la búsqueda de la

excelencia y sobre todo la historia de superación de una familia.

¿Y

qué le recomendarías que probaran sin falta?

En

Coque siempre ha habido un plato que es el que más nos ha representado a la

familia y el que más conocen los clientes, que es el cochinillo lacado. Es una

propuesta en la que están impresos los recuerdos de nuestra infancia. Nos ha

dado muchas alegrías y es un universalmente conocido. Vienen clientes de todo

el mundo a probar el cochinillo lacado de Coque.

La

cocina forma parte de tu vida desde bien pequeño, ¿qué recuerdos guardas de tu

infancia y los fogones?

Es

una forma de vida, empecé de muy pequeñito en la cocina con mis padres y

recuerdo el sonido del almirez, el aroma a azafrán, a laurel, el humo del horno

de leña. Todo esto hizo que mi infancia fuera feliz y que a día de hoy la

cocina sea mi pasión.

¿Siempre

has tenido claro que querías ser cocinero o hubo otros sueños en tu cabeza?

Desde

muy pequeño supe que quería ser cocinero, porque disfrutaba mucho manipulando

los alimentos, probando y descubriendo nuevos sabores.

Actualmente,

eres uno de los chef con más prestigio del país, pero imagino que el camino no

habrá sido siempre de rosas...; ¿cuál es el mejor y el peor momento que

recuerdas en este sentido?

El

estar arriba es caminar entre espinas y, si te caes, al levantarte, las espinas

siguen, siempre, ahí. Tienes que estar mentalizado, saber pisar ese camino y concienciarte

para que, así, cada día, duelan menos los obstáculos. Y las rosas de las que

hablas..., pues no las he visto todavía por ningún lado.

Uno

de los mejores momentos que he vivido gastronómicamente hablando fue cuando

fuimos al Campeonato del Mundo de Gastronomía. Me hizo mucha ilusión

representar a España en el Bocused'Or y creo que fue uno de los episodios más

significativos de mi carrera. Y en cuanto los peores, cuando mis padres

fallecieron. La pérdida de un ser querido que ha sido tu maestro y tu camino a

seguir te marca para siempre.

La

cocina ha entrado en la televisión por la puerta grande en los últimos años y

tú eres uno de los chef que lo han propiciado, ¿crees que hay un antes y un

después?

Ahora

mismo la gastronomía en la televisión es una moda, es una corriente. Lo que

creo que ha hecho que cambiase el rumbo de la cocina en la televisión es

Masterchef por su formato familiar, por su forma de comunicar la cocina, y, sobre

todo, porque es un concurso donde gana el mejor. Este tipo de programas ha

hecho mucho por la cocina española, acercándola a los más pequeños, y haciendo

que quieran ser cocineros.

Y,

cuando no cocinas, ¿qué te gusta hacer?

Mi

hobby es el campo, la dehesa, estar cuidando nuestros huertos, nuestra

ganadería..., para mi es una forma de desconectar de mi día a día y de

relajarme. Creo que cuidar de la tierra es una de las cosas más bonitas que

existen.

¿Crees

que habrá relevo generacional en Coque?

Por

supuesto, estamos generando una cuarta generación única de niños y niñas que

van a hacer que Coque sea más grande de lo que es hoy.

Para

acabar, ¿qué plato cocinarías para un lugar como Sotogrande?

En

este caso haría una sopa de almendra fría, que es como un ajoblanco con unas

perlas de Palocortado y un camarón o una quisquilla que es muy de Andalucía y,

sobre todo, es una forma de entender la cocina andaluza.

EN

CORTO

Un

restaurante

Aponiente

Una

tapa

Las

papas con choco

Un

libro

Cocinar

hizo al hombre de Faustino Cordón

Un

lugar para descansar

Asturias

Un

sueño

Cocinar

con mi equipo y cada día ser más feliz