#5 RAZONES PARA EL OPTIMISMO EN LA INVESTIGACIÓN DEL CÁNCER

El Equipo de Oncología de HC Marbella, liderado por el Dr. Hernán Cortés-Funes cree que hay muchas razones para tener esperanza en el futuro de la investigación del cáncer. En los últimos años se han conseguido avances muy significativos. A pesar de los desafíos, los oncólogos de HC Marbella creen firmemente que estamos en la cúspide de la era más brillante en investigacióny tratamiento del cáncer. Hoy en día, tenemos más razones que nunca para tener esperanza. Esta son cinco de ellas:

1. Medicina de precisión: interpretar la historia de los genes

Todavía tenemos que entender el potencial de la medicina de precisión, pero se están consiguiendoavances significativos. Las opciones para muchas personas con cáncer han mejorado significativamente a

través de terapias dirigidas que revierten los efectos de mutaciones genéticas específicas de sus células tumorales. Los científicos trabajan incansablemente para trasladar la medicina de precisión a las personas con todo tipo de cáncer, Patólogos expertos en diagnóstico están utilizando una potente prueba de secuenciación de ADN tumoral para guiar la terapia en pacientes con enfermedad avanzada, independientemente de su tipo de tumor. Además, se están desarrollando nuevos enfoques en la investigación y se están perfeccionando ensayos clínicos en los que los pacientes pueden participar en

base a las mutaciones presentes en sus tumores.

2. Terapia inmunológica dirigida (Checkpoint Inhibitors) : desencadenando la defensa inmune

Usar el sistema inmunológico del paciente para combatir su cáncer, conocido como inmunoterapia, es la fructificación de una idea centenaria. En la actualidad tanto la FDA americana como la Agencia Europea del Medicamento ha aprobado varios fármacos que potencian la lucha de las células T del sistema inmunológico contra el cáncer. Estos fármacos pertenecen a una clase de tratamientos de inmunoterapia llamados “Checkpoint Inhibitors”, que ayudan al sistema inmunológico a funcionar mejor. Hasta el momento se han obtenido resultados importantes, llegando a eliminar completamente el cáncer en

algunos pacientes con melanoma avanzado. Algunos de ellos están además aprobados para otros tipos de cáncer como pulmón y riñón y también están mostrando resultados prometedores en cáncer de vejiga, cabeza, cuello, mama triple-negativo y otros cánceres.

Si bien estas terapias no funcionan en todos los pacientes, los científicos están trabajando para cambiar la situación. Recientes investigaciones han arrojado pistas importantes sobre cómo funcionan estos fármacos y cómo podrían mejorarse.

3. Terapia celular: Drogas vivas para combatir mejor el cáncer (Terapia CAR)

Además de estos fármacos, se están desarrollando otras estrategias de inmunoterapia en la que las propias células T del paciente son manipuladas para atacar más fácilmente a las células cancerosas. En este tratamiento, llamado terapia del receptor de antígeno quimérico, o terapia CAR, se recogen células T de la sangre de un paciente, se modifican genéticamente para que sean capaces de reconocer ciertas proteínas en las células cancerosas, para infundirlas de nuevo al torrente sanguíneo del paciente.

Este enfoque está mostrando resultados iniciales prometedores para la leucemia linfoblástica aguda recidivada de la célula B y algunos otros cánceres de la sangre, y podría potencialmente ser útil para tratar también tumores sólidos.

Se están creando fármacos vivos, declara el Dr. Cortés-Funes, Jefe de la Unidad de Oncología de HC Marbella sobre la terapia CAR. El concepto de estos fármacos/ terapias en las que las células vivas se infunden o se trasplantan a los pacientes es muy emocionante porque las células son presumiblemente más ágiles que los compuestos químicos o biológicos. Por ejemplo, pueden detectar múltiples señales de su

entorno y responder apropiadamente. Los científicos todavía están trabajando para garantizar la seguridad de la terapia celular o controlar sus efectos secundarios.

4. Terapia Epigenética: Manteniendo las células cancerosas “a raya”

Los médicos han buscado durante mucho tiempo maneras de controlar el cáncer extirpando tumores con quimioterapia y radioterapia. Pero, ¿qué sucedería si el cáncer pudiera ser tratado de una manera diferente, transformando las células cancerosas de nuevo a la normalidad en lugar de destruirlas? La investigación sobre la epigenética, o cómo los genes pueden activarse o desactivarse dependiendo de las influencias externas, está cambiando nuestro entendimiento del cáncer y muchas otras enfermedades.

En lugar de destruir las células cancerosas, las terapias epigenéticas buscan que éstas retornen a su crecimiento normal.

Alguno de estos fármacos se están probando en personas con leucemia mieloide aguda (LMA) y síndromes mielodisplásicos, con una tasa de respuesta del 38% en pacientes cuya LMA había recidivado y era resistente al tratamiento.

5. Investigación en Metástasis: Desenmascarando el enemigo latente

Los científicos han estado trabajando más de 200 años para entender la metástasis, el proceso que permite a algunas células cancerosas salir de su tumor de origen y enraizarse en un tejido diferente. Hoy, el problema sigue siendo tan urgente como siempre, la metástasis causa todavía nueve de cada diez muertes por cáncer

El proceso ha sido difícil de estudiar y controlar por muchas razones. Una es que las células tumorales metastásicas son muy raras en el cuerpo en comparación con los millones de células tumorales que no causan metástasis, y por lo tanto son difíciles de detectar y aislar.

Pero esto está finalmente cambiando. En los últimos años, los científicos han identificado genes y vías que originan la propagación del cáncer de mama o el neuroblastoma al cerebro y el cáncer de riñón a otros órganos. En 2014 se descubrió que las células tumorales metastásicas tienen una tendencia notable a adherirse a los vasos sanguíneos, un mecanismo de supervivencia que podría ser importante para la propagación de muchos tipos de cáncer.

Las investigaciones también han arrojado pistas sobre cómo las células cancerosas se esconden y permanecen sin ser detectadas por nuestro sistema inmunológico, lo que abre una nueva y prometedora vía para el tratamiento.