Y si tu hijo fuese el próximo Presidente del Gobierno...
Tras años, has bailado con tu hija en siguiendo las tendencias de Tik Tok, antes de nacer tu bebé era hasta famoso, incluso se ha llegado a convertir en un influencer juvenil, y por supuesto eras libre para hacerlo…., pero ¿era libre tu hijo o lo hizo porque pensaba que era lo normal?
Actualmente ninguna sociedad está preparada para revisar la huella digital que vamos dejando a lo largo de los años y la repercusión que esto puede tener en un futuro laboral o personal. Existen riesgos que provienen de la propia diversidad humana en los que se incluyen la depravación, al igual que los psicológicos porque quién está preparado “con tres años” para tener dos millones de seguidores.
Que muchos padres compartan en la red, la primera ecografía, la foto del nacimiento, datos personales o cuál es el último objeto de moda que le han comprado ha su hijo, es más común de los que podemos creer, es el “sharenting”. Es el hábito de algunos padres y madres de compartir contenido de sus hijos en Internet de forma continuada. Y es que el 81% está en Internet antes de cumplir los seis meses de edad.
A mi modo de ver, me parece un alquiler total del “hijo” para crear contenido, no sé si es legal, aunque a muchos lectores y a mi se nos planteará la duda de si al menos se debería debatir.
Es curioso, porque para utilizar cierta maquinaria, como un coche o una moto, o realizar gran parte de las profesiones, se necesita una licencia, permiso, formación u orientación, pero para ser “creador de contenido” o para ser “creador de contenido utilizando a tus hijos” no hace falta.
Siendo un problema los riesgos que pueden derivarse de esta sobreexposición, como: suplantación de identaidad, fraude, grooming o cyberbullyng o que ese contenido se convierta en material de explotación sexual infantil, está otro factor igual de grave, la identidad digital futura.
Por supuesto en la mayoría de los casos este hábito de compartir en redes contenido de nuestros hijos nace del amor hacia a ellos y nos encanta que nuestro entorno los vea, nos gratifique con un like y compartamos algo tan bonito, pero el problema es aquellos que no tienen buenas intenciones.
Otros buscarán convertir al niño en influencer o querrán conseguir una rentabilidad económica, normalmente fugaz, con ese contenido.
En el fondo para mí, el gran problema aunque sean unos contenidos neutrales, es la huella digital.
¿Te gustaría que tu Presidente del Gobierno llevase 10 años haciendo bailes de Tik Tok?
Quizás diríamos que si tiene formación, capacidad y talento que haga lo que quiera en su vida privada. El punto crítico es que comunicamos con todo lo que hacemos y las redes sociales adquieren una dimensión que extiende el alcance de nuestra personalidad, y…transmite eso profesionalidad, no estoy seguro.
Una huella digital que te puede condicionar en una contratación, muchos procesos de selección ya cursan con una revisión de tu huella digital, y aquella borrachera con veinte años de la que colgaste fotos, ahora que tienes más de cuarenta te puede condicionar en tu ascenso laboral. Esto es una realidad actual en las grandes corporaciones.
De cualquier manera, sigamos amando a nuestros hijos e hijas sin perder la conciencia de que las redes sociales e Internet es un mundo más profundo de lo que en ocasiones creemos.
And what if your child was the next President of the Government...
After years, you have danced with your daughter, following the trends on Tik Tok, your baby was even famous before they were born, they have even ended up becoming a young influencer, and of course you were free to do it...but, your child was free or did it because they thought it was normal.
Currently, no society is prepared to check the digital footprint that we are leaving behind over the years and the impact that this can have on our working or personal future. There are risks that come from human diversity which include depravity, as well as psychological risks, because who is ready “at the age of three” to have two million followers.
The fact that many parents share a photo of the first ultrasound on the internet, personal details or whatever is the latest fashionable object they have purchased for their child, is more common than we might believe, it is “sharenting.” It is the habit of some fathers and mothers to continuously share content of their children on the Internet. The fact is that 81% are on the Internet before the age of six months.
In my view, it seems like totally renting out the “child” to create content, I don’t know if it is legal, although many readers and I will wonder if it should at least be debated. It is strange, because in order to use certain machinery, such as a car or a motorbike, or to perform a large number of professions, it is necessary to have a permit, training or guidance, but to be a “content creator” or a “content creator using your children” it is not.
The risks that can result from this overexposure are a problem, such as: identity theft, fraud, grooming or cyberbullying or the fact that the content could become material for the sexual exploitation of children, there is another equally serious factor, the future digital identity.
Of course, in most cases this habit of sharing content of our children on social networks is born out of love for them and we love those around us to see them, reward us with a like and share something so beautiful, but the problem is those who do not have good intentions.
Others will seek to turn the child into an influencer or they will want to obtain economic profitability, normally fleeting, with the content.
Ultimately for me, the big problem even if it is neutral content, is the digital footprint.
Would you like your President of the Government to have spent 10 years doing dances on Tik Tok?
We could perhaps say that if they have training, ability and talent, they should do whatever they want in their private lives. The critical point is that we communicate with everything that we do and social networks acquire a dimension that extends the scope of our personality, and...does that convey professionalism, I am not sure.
A digital footprint that can restrict you in a job hiring process, many selection processes already carry out a check of your digital footprint, and that drinking binge at the age of twenty when you uploaded photos, might restrict your promotion at work now that you are over forty. This is a current reality in large corporations.
In any case, we should continue to love our children without losing awareness that social networks and the Internet is a deeper world than we sometimes believe.