Verano en Sotogrande, por Carlos Rodríguez Braun

Polo en Sotogrande

Un verano más en Sotogrande, y la historia, fiel a su costumbre, en parte se repite y en parte sorprende.

Igual que la bocana del río Guadiaro, que se cierra en agosto si sopla el levante varios días, y hay que volver a abrirla, la pregunta de siempre es: ¿cómo va la temporada estival? La respuesta, a estas alturas del verano, es clara: va muy bien.

El mes pasado nuestro periódico anticipó que Sotogrande se encaminaba hacia otro verano récord, y todo indica que así será. Las cifras del turismo ya sugieren que este año será óptimo para el sector turístico en España en general y para Andalucía y nuestra zona en particular.

Carlos Rodríguez Braun

Lógicamente, con la multiplicación de la población, y más en un año económicamente bueno, en el verano observamos con más claridad las debilidades de nuestra comunidad. Es ahora cuando florecen más en Sotogrande las tensiones en cuanto al orden, la limpieza, la calidad de los servicios públicos, la seguridad, las infraestructuras y el tráfico en algunos puntos y accesos conflictivos.

El buen desempeño de la economía se traduce en el empleo. Aunque sea en un apreciable porcentaje temporal y estacional, no cabe ignorarlo: pensemos que solamente en torno al polo se ha estimado que se generan cerca de 400 empleos de manera indirecta.

Sabemos que Sotogrande es igual a deporte, y de gran calidad, como el golf, y el polo, que brilla durante el mes de agosto. Pero este verano me ha sorprendido la vela, por el número y el entusiasmo de los aficionados, sobre todo los más pequeños.

Las sorpresas no siempre son buenas y conviene recordar que el último año hemos detectado más de una señal de desaceleración de la economía europea y española. El sector inmobiliario, que ha tenido en general un buen ciclo en Sotogrande, también parece frenarse un poco. Y continúa la incertidumbre de un Brexit cada vez más cercano.

No podremos evitar que se acabe este verano, ni que vuelva el próximo, ni que la historia en parte se repita y en parte nos sorprenda. Lo importante es aprender de las repeticiones y estar preparado para las sorpresas.


Summer in Sotogrande

Carlos Rodríguez Braun

Another summer in Sotogrande, and history, loyal to traditions, is partly being repeated and is partly surprising us.

Just like the mouth of the Guadiaro River, which closes over in August if the easterly wind blows for several days, and it is necessary to open it up again, the classic question is: how is the summer season going? The response, at this point of summer, is clear: it is going very well.

Last month, our newspaper predicted that Sotogrande was heading towards another record summer, and everything indicates that will be the case. The tourism figures already suggest that this year will be optimal for the tourist sector in Spain in general and for Andalusia and our area in particular.

Logically, with the multiplication of the population, and more so in an economically good year, in summer we see the weaknesses of our community more clearly. Now is when tensions blossom most in Sotogrande regarding order, cleanliness, the quality of public services, security, infrastructures and traffic in some points and contentious entrances.

Polo en Sotogrande

The good performance of the economy results in employment. Even if it is temporary and seasonal to a large degree, we should not ignore it: just think that polo alone is estimated to produce close to 400 indirect jobs.

We know that Sotogrande is synonymous with sport, and high quality sport, such as golf, polo, and that it dazzles during August. However, this summer I have been surprised by sailing, due to the number and the enthusiasm of fans, especially the youngest ones.

Surprises are not always good and it is worth remembering that last year we detected more than one sign of the slowdown of the European and Spanish economies. The property sector, which has generally had a good phase in Sotogrande, also seems to be slowing down a little. And the uncertainty continues with Brexit moving ever closer.

We cannot prevent this summer from ending, or the next one returning, or history partly repeating itself and partly surprising us. The important thing is to learn from the repetitions and be prepared for the surprises.