Pensiones y políticos sostenibles, por Carlos Rodríguez Braun
La nueva reforma de las pensiones, que podrá entrar en vigor el próximo año, demuestra que el sistema padece un doble problema de sostenibilidad: financiero y político. Y la sostenibilidad en uno de los campos conduce a la insostenibilidad en el otro.
En España y otros países las autoridades han montado un sistema de pensiones público de reparto cuyo balance no solamente es deficitario, sino que –entre la arbitrariedad con la que determinan cotizaciones y prestaciones, y la evolución de la demografía– la brecha se amplía cada vez más.
El déficit solo puede resolverse con una combinación de menos gastos y más ingresos. Y aquí entra el otro problema, porque cualquier ajuste comporta costes políticos, que serán tanto mayores cuanto más evidentes sean para los ciudadanos los costes económicos. Este fue el fundamento teórico del Pacto de Toledo, es decir, mitigar la tentación de utilizar las pensiones para acumular beneficios políticos y endilgarle costes políticos al adversario.
La tentación, sin embargo, es tan poderosa que dicho pacto no se ha cumplido. En la actual reforma, se eliminan los elementos correctores del gasto establecidos en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy, con lo que el capítulo de las pensiones será más oneroso, y el Gobierno de Pedro Sánchez pretenderá corregir el desequilibrio de la Seguridad Social trasladándoselo al Presupuesto, es decir a los impuestos y la deuda pública, cuyo nivel es notoriamente elevado.
El objetivo de Sánchez es presentarse como el que protege a los pensionistas de hoy y del futuro. Lo primero es dudoso, salvo que se piense que las personas mayores cobran pensiones, pero no pagan impuestos. Y lo segundo también es dudoso, salvo que se piense que bastan estos trucos de magia para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema público de pensiones a largo plazo.
¿Qué pasa con la política? Si la subida de las pensiones ligada al IPC es visible, y la subida de los impuestos más o menos disfrazada, se garantizaría la sostenibilidad de los gobernantes en el futuro. Pero no olvidemos que ese futuro en política no son las próximas generaciones sino las próximas elecciones.
Pensions and sustainable politicians
Carlos Rodríguez Braun
The new pension reform, which can come into force next year, shows that the system suffers from a dual problem with sustainability: financial and political. And sustainability in one of the fields leads to unsustainability in the other.
In Spain and other countries, the authorities have established a distributive public pensions system whose balance isn´t only loss-making, rather -between the arbitrary way that tax contributions and benefits are determined, and the trend in demographics- the gap is getting bigger and bigger.
The deficit can only be resolved with a combination of less spending and more revenue. And here is the other problem, because any adjustment entails political costs, which will be so much greater the clearer the economic costs are to citizens are. This was the theoretical basis of the Toledo Pact, that is to say, to reduce the temptation of using pensions to accumulate political benefits and place political costs on the opponent.
However, the temptation is so powerful that the pact has not been fulfilled. In the current reform, the corrective elements on expenditure established in 2013 by the Government of Mariano Rajoy have been eliminated, therefore the chapter on pensions will be more onerous, and the Government of Pedro Sánchez will aim to correct the imbalance in Social Security by transferring it to the Budget, that is to say to taxes and public debt, whose level is notoriously high.
The aim of Sánchez is to present himself as the person who protects the pensioners of today and the future. The first is doubtful, unless you think that elderly people earn pensions, but don´t pay taxes. And the second is also doubtful, unless you think that these magic tricks are enough in order to guarantee the financial sustainability of the public pension system in the long-term.
What happens with politics? If the increase in pensions linked to the CPI is visible, and the increase in taxes is more or less disguised, the sustainability of rulers in the future would be guaranteed. However, we shouldn´t forget that the future in politics is not the next generation but rather the next election.