Ideas para una comida saludable
Una comida para que sea saludable tiene que seguir unas bases, como su proporción de vegetales, proteínas y carbohidratos y que los ingredientes sean los más naturales posibles. La clave es hacerlo uno mismo en la cocina, para crear más tipos de combinaciones, evolucionar y seguir aprendiendo.
Disfrutar de una alimentación saludable es tan fácil y rápido, que sorprende. Hay que usar los ingredientes más naturales y básicos, para crear una receta perfecta. Da pie a utilizar todo tipo de sabores y poder mezclar dulces y salados para potenciar los sabores.
Todo empieza con el tipo de alimentación, ya sea, vegana, vegetariana o cárnica; creando un mayor número de posibilidades de la misma recta. La pasta, es una comida que une los tres tipos de nutrición fácilmente (mientras se use una pasta sin base de huevo para los veganos); como por ejemplo pasta con brócoli, pimienta y queso.
Un almuerzo equilibrado tiene que componerse de un porcentaje más grande vegetal, seguido de proteínas y carbohidratos. Para cubrir la parte vegetal en un plato de pollo, podemos utilizar espárragos verdes asados acompañados de un boniato que formará parte de los carbohidratos, creando un plato colorido y saludable. Otro tipo de recetas que combina todo lo que necesita un plato completo es una ensalada con tomate y especias o berenjena al horno, con los toppings favoritos.
Un toque más dulce, se encontraría en las frutas, yogures y edulcorantes como la miel. Desde fruta bañada en yogurt y puesta en el congelador, que se convierte en un snack, hasta un smoothie de frutas frío para el buen tiempo, que se puede comer en la tarde o en la mañana. Si se añade chocolate, se debe usar el más puro que se pueda obtener, para que tenga el mínimo porcentaje de azúcar y acompañe al resto de la comida.
En la misma línea de los zumos de frutas, hay bebidas de té frío o caliente, que se pueden acompañar de cítricos como el limón o lima, naranja y edulcorados como la miel o el sirope de agave.
Una solución para las mañanas para los gustos más salados, son tostadas de aguacate o queso, acompañados de proteínas como el huevo o atún, y sino tomate, o algo más contundente, una tortilla de verduras. Otras opciones son los frutos secos como las nueces para comer entre horas, y un café con el tipo preferido de leche preferido o solo.