"Habla, pueblo, habla" por Carlos Rodríguez Braun
En los próximos meses habrá varias elecciones: en abril se votará en el País Vasco, el 12 de mayo en Cataluña, y en junio serán las elecciones europeas. Cabría evocar la bella canción del grupo Vino Tinto que fue emblema de la transición democrática en nuestro país: “Habla, pueblo, habla”.
Los años, sin embargo, no han transcurrido solamente para cada uno nosotros, sino también para la política y nuestros sentimientos hacia ella. Todo indica que el entusiasmo que muchos albergábamos entonces se ha tornado en cauteloso escepticismo.
Una muestra de lo que han cambiado las cosas es que la canción recogía el anhelo del pueblo español de superar los enfrentamientos del pasado: “Si tienes el deseo de borrar, /Las huellas del rencor”.
Pero lo que hemos visto en la política en los últimos años es justo lo contrario, porque se ha vuelto polarizada entre derecha e izquierda. Asimismo, el nacionalismo, que entonces no parecía amenazar la unidad de España, esgrime ahora su ímpetu separatista con renovados bríos.
La clave de todo esto no ha sido solo la radicalización de la izquierda sino la debilidad de un Gobierno del PSOE que está en manos de los independentistas. Cierto es que sus resultados en las urnas han sido cada vez peores, pero quizá esa unión con los nacionalistas puede ayudar a su recuperación. Según informó La Razón, los socialistas creen que en Cataluña y el País Vasco, donde el Partido Popular es débil, pueden lograr dar un golpe de timón y ganar impulso para no sufrir un daño considerable en los comicios europeos: “de esta forma, el batacazo de las elecciones gallegas será tan solo un mal sueño”.
No sabemos, naturalmente, qué nos deparará el voto popular en las tres próximas citas, entre otras razones porque hay bastante incertidumbre ante la división del mundo nacionalista tanto en el País Vasco como en Cataluña. Pero sí podemos especular con un futuro mejor, e intentar superar la desazón recordando las líneas animosas de aquella canción: “Unas manos que trabajan, /Y un ansia de libertad. /No dejes que nadie, decida por ti”.
Speak, people, speak
Over the coming months, there will be several elections: in April there will be a vote in the Basque Country, on 12 May in Catalonia, and in June the European elections. It is worth evoking the beautiful song by the group Vino Tinto which was an emblem of the democratic transition in Spain: “Habla, pueblo, habla”. (Speak, people, speak).
The years, however, have not only passed for each of us, but rather for politics and our feelings towards it. Everything indicates that the enthusiasm that we held then has become cautious scepticism.
An example of how things have changed is that the song outlined the yearning of Spanish people to overcome the clashes of the past: “Si tienes el deseo de borrar, /Las huellas del rencor”. (If you have a desire to erase / The tracks of resentment.”)
However, what we have seen in politics in recent years is the entire opposite because it has become polarised between the right and left. Likewise, nationalism, which then didn’t seem to threaten the unity of Sapin, is now showing its drive for separatism with renewed verve.
The key to all of this has not only been the radicalisation of the left but rather the weakness of a PSOE Government that is in the hands of those who support independence. It is true that its results in the ballot boxes have been increasingly worse, but perhaps that partnership with the nationalists can help their recovery. As La Razón reported, the socialists believe that in Catalonia and the Basque Country, where the Partido Popular is weak, they can change the direction of things and gain momentum in order to not suffer considerable damage in the European elections: “thus, the great fall in the Galician elections would only be a bad dream”.
Naturally, we don’t know what lies in store in the popular vote in the next three electoral events, among other reasons because there is quite a lot of uncertainty in view of the division in the nationalist world, both in the Basque Country and in Catalonia. However, we can speculate about a better future, and try to overcome the unease by remembering the energetic lines of that song: “Unas manos que trabajan, /Y un ansia de libertad. /No dejes que nadie, decida por ti”. (Hands that work, / And a hunger for freedom. Don’t let anyone decide for you.”