El golf, una gran industria
Algunos piensan que el golf, un deporte central en Sotogrande, no es popular, cuando en realidad es el tercero en número de federados en España, después del fútbol y la caza. A esta distorsionada imagen se la asocia también con otro error, que es el poco reconocimiento que a menudo se tiene sobre la importancia económica del golf, que es, aunque no lo parezca, una gran industria.
Según un estudio realizado por IE University, del que se hizo eco hace un tiempo el diario La Razón, el golf, que atrae a 1,2 millones de viajeros por año, representa un negocio turístico de 13.000 millones de euros, una inversión de 42.000 millones en segundas residencias, y la generación en forma directa e indirecta de más de 120.000 empleos estables, de calidad y bien remunerados.
Una de las áreas golfísticas más importantes de España es Andalucía, donde tienen casa en propiedad más de 100.000 golfistas extranjeros, y en especial, como informó Marca, en “la Costa del Sol y la margen más oriental de la provincia de Cádiz”.
Toda nuestra zona del Campo de Gibraltar, y en particular nuestro Sotogrande, se ha visto beneficiada por el positivo impacto económico y social de la industria del golf de España, que es el primer destino de turismo europeo de este deporte, destacando los británicos, alemanes y nórdicos. El nivel de renta y el gasto promedio de los viajeros que llegan desde el exterior para jugar en alguno de los más de 400 campos de golf españoles resultan superiores a la media de quienes visitan nuestro país todos los años.
Aunque la mayoría de los turistas del golf provienen del resto de Europa, en los últimos años ha aumentado el número de los no europeos, algunos llegados incluso desde mi lejana Argentina natal, de la que en Sotogrande estamos habituados a recibir polistas, pero no golfistas.
Es indudable, pues, que el golf es un potente motor económico para Sotogrande, Andalucía y España. Nuestra responsabilidad es colaborar en todo lo posible para proteger, preservar y mejorar esta gran industria.