Cómo comprar la felicidad, por Carolina Collado

Concursos de Navidad

El mayor sinónimo de inteligencia hoy en día es, sin duda, llevar una vida feliz.

La felicidad en sí misma, es un objetivo común a todos los seres humanos, cada uno llega a ella por distintos caminos y tiene tantos significados cómo personas hay persiguiéndola.

Carolina Collado.

Pero independientemente de qué te la proporcione o de cómo la consigas, lo que es seguro es que la reconoces porque obtienes con ella un sentimiento de bienestar, armonía y paz.

Son pequeños momentos donde el tiempo se para, la respiración fluye, el cuerpo se relaja y la mente se queda en el momento presente, ni preocupaciones del pasado ni ansiedades del futuro. Nos envuelve mientras nos llenamos de un sentimiento extático y sentimos que no necesitamos nada más, hemos saboreado la “sal de la vida”.

Nos pasamos la existencia, según M. Seligman, padre de la psicología positiva, buscando la felicidad de cinco maneras:

  • La felicidad del goce y los placeres de la vida, fugaz y adictiva: hacer deporte, enamorarse, disfrutar de una buena comida, leer…
  • La felicidad del fluir, que surge de nuestro compromiso al poner en marcha nuestras capacidades:  cuando estamos tan inmersos en una tarea que perdemos la noción del tiempo, experimentando gran satisfacción cuando terminamos.
  • Las relaciones sociales, el sentido de pertenencia a un círculo social, amplio o reducido, es fuente de bienestar natural.
  •  La felicidad que surge cuando hacemos algo por un valor superior: nuestros hijos, familias, religión o política…
  • El logro de objetivos, la satisfacción personal de cumplir con las metas propuestas.

En cualquiera de estos casos, lo que obtenemos al final, es el sentimiento generado por las emociones positivas que toman nuestro cuerpo y mente y calman el espíritu.

Los sentimientos de felici­dad basados en el placer inmediato no son eternos, ni duran en el tiempo, pero tienen gran poder adictivo al depender de un factor externo del que necesitaremos cada vez más para satisfacernos. Por ello es importante identificar “qué” nos hace felices y de “qué o quién” depende nuestra felicidad.

Aquí aparece el dilema, es especialmente en esta época del año de consumismo material, cuando la sociedad hedonista en la que vivimos nos plantea, basándose en valores humanos sagrados cómo la solidaridad o el compartir con los seres queridos, encontrar la felicidad siempre desde el intercambio material.

Vamos a hacer una prueba, ¿Cuántos logos comerciales te vienen a la cabeza con la palabra Navidad?

Realmente ¿la cantidad de felicidad que obtienes en este periodo del año es proporcional al desembolso realizado?

Estamos condicionados a creer que la felicidad viene de la satisfacción cortoplacista de nuestros deseos, comprar más, comer más, consumir más…entrando en un bucle adictivo que siempre nos demandará más.

Son pocos los que se permiten experimentar auténticas experiencias de felicidad, basadas en la química y conexión personal, el vínculo con la naturaleza o en el compromiso y superación personal.

La Felicidad es poder experimentar el sentimiento de conexión, serenidad y satisfacción con la vida. Aceptar nuestra vida cómo es, estando en paz con el pasado y caminando al futuro desde el presente.  Aceptando y agradeciendo, siendo generosos con los que nos importan y con nosotros mismos.

Tu felicidad sólo depende de ti, y siempre que sepas que es lo que quieres para tu vida, podrás marcarte un objetivo, identificar tus miedos, encontrar tus recursos y ponerte en acción para construirla día a día.

Que no te vendan la Felicidad, la “sal de la vida” no se puede comprar, tendrás que trabajarla, construirla y crearla cada día.

Carolina Collado

Concursos de Navidad

HOW TO BUY HAPPINESS

The greatest synonym of intelligence today is undoubtedly leading a happy life.

Happiness in itself is an objective shared by all human beings, each person reaches it through different paths and it has as many meanings as people there are pursuing it.

However, regardless of what provides it to you or how you achieve it, what is sure is that you recognise it because you obtain with it a feeling of wellbeing, harmony and peace.

There are little moments where time stops, breathing flows, the body relaxes and the mind is in the present, without worries about the past or anxiety about the future. It envelops us while we are filled with an ecstatic feeling and we feel that we don´t need anything more, we have savoured the “spice of life”.

We spend our existence, according to M. Seligman, the father of positive psychology, seeking happiness in five ways:

  • The happiness of enjoyment and the pleasures of life, fleeting and addictive: doing sport, falling in love, enjoying good food, reading... 
  • The happiness of flowing, that arises from our commitment when we launch our capacities:  when we are so immersed in a task that we lose track of time, and experience a great sense of satisfaction when we end.
  • Social relations, the sense of belonging to a social circle, large or small, is a source of natural wellbeing.
  •  Happiness that arises when we do something for a higher value: our children, families, religion and politics...
  • The achievement of objectives, the personal satisfaction of fulfilling the goals set.

In any of these cases, what we obtain at the end, is the feeling created by the positive emotions that take over our body and mind and calm our spirit. 

The feelings of happiness based on immediate pleasure are not eternal, nor do they last over time, but they have great addictive power by depending on an external factor that we will need an increasing amount of in order to satisfy ourselves. Therefore, it is important to identify “what” makes us happy and “what or who” our happiness depends on.

Here, the dilemma emerges, it is especially at this time of year of material consumerism, when the hedonist society that we live in proposes, based on sacred human values such as solidarity and sharing with loved ones, always finding happiness through material exchanges. 

Let´s do a test, how many commercial logos come into your head with the word Christmas?  

Really, is the amount of happiness you obtain at this time of year proportional to the amount spent?   

We are conditioned to believing that happiness comes from the short-term satisfaction of our wishes, buying more, eating more, consuming more... entering an addictive loop that will always ask for more from us.  

Few people allow themselves to experience true experiences of happiness, based on chemistry and a personal connection, the link with nature or to commitment personal improvement. 

Happiness is being able to experience the feeling of connection, calm and satisfaction with life. Accepting our life, the way it is, being at peace with the past and walking into the future through the present.  Accepting and being grateful, being generous with those who matter to us and with ourselves. 

Your happiness depends on you alone, and provided that you know what you want for your life, you can set yourself a goal, identify your fears, find your resources and get into action to build it on a daily basis. 

Don´t allow people to sell you happiness, the “spice of life” cannot be purchased, you will have to work on it, build it and create it each day.