Aprender Mediando

Mediación

El valor pedagógico de un proceso de mediación es algo que merece la pena destacar. El mero hecho de optar por este sistema de resolución de conflictos a la hora de abordar un problema con un familiar, socio, empleado, compañero de trabajo o vecino, implica en todos los casos embarcarse en un viaje de aprendizaje y autodescubrimiento.

Catalina Bernaldo de Quirós

Aprender a identificar lo que hay detrás de la postura bloqueante propia y la del otro, ayuda a entender qué es lo que impide que haya colaboración, dialogo y entendimiento. Hecho esto, resulta mucho más fácil idear nuevas soluciones al problema y lograr negociaciones colaborativas.

Además, todo esto se produce dentro de un proceso de aprendizaje eminentemente significativo, es decir, se aprende no sobre supuestos teóricos, sino sobre el conflicto real que se quiere abordar, brindando una hoja de ruta para que, después, las partes implicadas puedan hacerse cargo de los compromisos adquiridos y los acuerdos alcanzados por sí mismas.

La persona mediadora se ocupa de facilitar este intercambio desde un liderazgo imparcial, un liderazgo mediador que, ayuda a ir transformando reproches en peticiones y enunciados aparentemente irresolubles en propuestas negociables. Siempre que la situación lo permite, las sesiones de mediación o las formaciones sobre cómo gestionar conflictos son enfocadas de manera divertida y cercana, aplicando dinámicas y ejercicios prácticos.

En términos generales, podemos decir que participar en un proceso de mediación, posibilita el aprender:

  1. Estrategias para adoptar una perspectiva mas amplia y objetiva del problema enmarcando viejos patrones desde nuevas perspectivas más completas, acordes a la situación presente y orientadas a futuro.
  2. Transformar creencias que impiden asumir compromisos duraderos.
  3. Tomar conciencia del propio proceso de desarrollo personal, así como del de las personas con las que existe bloqueo o conflicto.
  4. Construir un lenguaje común sobre nuevas perspectivas que posibilitan el encuentro desde una mayor consideración del otro.

Catalina Bernaldo de Quirós.

Mediadora y Pedagoga

Directora del Gabinete de Mediación “Co-Mediacion”

Más info en: www.co-mediacion.com

Mediación

Learning through Mediation

The pedagogical value of a mediation process is something that is worthwhile highlighting. The mere fact of choosing this conflict resolution system when it comes to tackling a problem with a family member, business partner, employee, colleague or neighbours, involves undertaking a voyage of learning and self-discovery in every case.

Learning to identify what is behind your own blocking position and that of the other, helps to understand what it is that prevents collaboration, dialogue and understanding. Having done this, it is much easier to come up with new solutions to the problem and achieve collaborative negotiations.

Also, all of this occurs within a learning process that is largely meaningful, that is to say, learning does not come through theoretical assumptions, but rather with the actual conflict that you want to tackle, offering a road map so that, afterwards, the parties involved can take charge of the commitments acquired and the agreements reached by themselves.

The mediator is responsible for facilitating that exchange through impartial leadership, mediating leadership that, helps to gradually transform criticisms into requests and apparently unsolvable statements into negotiable proposals. Provided that the situation allows for it, mediation sessions or training on how to manage conflicts are focused in a fun and friendly way, applying practical dynamics and exercises.

Generally speaking, we can say that participating in a mediating process makes it possible to learn:

  1. Strategies in order to adopt a broader and more objective perspective of the problem, framing old patterns through more complete new perspectives, that are fitting for the present situation and aimed at the future.
  2. Transform beliefs that prevent undertaking lasting commitments.
  3. Be aware of your own personal development process, as well as that of the people with whom there is a blockage or conflict.
  4. Build a shared language on new perspectives that enable encounters through greater consideration of the other.