Mil formas de enamorarse de Sevilla

 La Revista de Sotogrande viaja a la ciudad del Guadalquivir para mostrar a sus lectores que, junto a las postales de la típica Sevilla donde el Barroco andaluz se cuela por cada rincón con olor a incienso, emerge una Hispalense reinventada y moderna que, sin perder su esencia, ha sabido caminar por el siglo XXI al compás de las urbes más cosmopolitas de Europa.

Existen innumerables formas de conocer Sevilla, de enamorarse de ella. La Revista de Sotogrande propone descubrir la cara más moderna de la ciudad, que se funde en perfecta armonía con todos los elementos que han aportado a este rincón andaluz ese halo que la convierte en eterna.

La ruta de esta singular escapada comienza en su catedral. Situada en el casco histórico (el más extenso de Europa), este edificio es el epicentro de la Semana Santa Sevilla; alberga la controvertida tumba de Cristobal Colón y posee uno de los símbolos más importantes de la ciudad, la Giralda.  La catedral (visita obligada) es, además, el punto de inflexión entre la tradición y la modernidad, que se ven reflejadas perfectamente a uno y otro lado de sus muros. En su exterior se puede contemplar, a un lado, la Sevilla más clásica, con sus coches de caballos, sus naranjos, sus tascas y el sonido de sus fuentes colándose por todas partes. Se abre ante el viajero una ciudad encantada, que parece haber sido hecha para pasearla, para perderse en ella descubriendo sus innumerables rincones, plazas y callejuelas.

COSMOPOLITA

Al otro lado de la Catedral, se alza la Sevilla cosmopolita, en la que el tranvía eléctrico recorre la Avenida de la Constitución hasta Plaza Nueva convirtiendo a la Hispalense en un espacio sostenible. Una urbe del siglo XXI en la que dejarse fascinar por sus tiendas, sus galerías de arte o sus espacios culturales, que se entremezclan con los establecimientos tradicionales en perfecta unión.

Tanto en Plaza Nueva, como en las calles peatonales de Sierpes y Tetuán, existen gran cantidad de tiendas donde adquirir todo tipo de artículos, con visitas a prestigiosos establecimientos donde disfrutar de la infinidad de posibilidades del “shopping” sevillano: Loewe, Victorio&Lucchino, Max Mara o  Agua de Sevilla, conviven con las características ventas de souvenirs, trajes de flamenco, bordados y marroquinería, para dar al visitante un espacio de compras original y variado que merece la pena descubrir.

ALTO EN EL CAMINO

En esta ruta, y siguiendo el refrán ‘a donde fueras haz lo que vieras’, será importante no olvidar realizar alguna parada en cualquiera de los bares que salpican la ciudad. En Sevilla la vida se hace en la calle, y es frecuente tomarse un pequeño respiro para saborear una tapa y tomar una cerveza a medio día o al acabar la jornada. Existen innumerables opciones para saciar el apetito, desde una tapa al sol en la Plaza del Salvador, hasta un almuerzo de lujo  en alguno de los muchos restaurantes con los que cuenta la capital andaluza.

Para alternar la parte más moderna con la de mayor tradición, continuamos esta excursión por Santa Cruz, quizás, uno de los barrios más hermosos del mundo. Antigua zona judía, esta parte de Sevilla embelesa al viajero con su entramado de calles estrechas, en donde, a cada paso, se descubren, tras increíbles zaguanes, patios al más puro estilo andaluz, plagados de flores y hermosas fuentes que, con el tintineo de su agua, invitan a cerrar los ojos y soñar mientras la calma lo inunda todo.

En esta parte de la ciudad no hay que olvidar pasear, además, por los Jardines de Murillo y caminar un rato para deleitarse con el Parque de María Luisa, disfrutando, a la vez, de un buen número de monumentos de interés, como el Pabellón Renacentista, sede del Museo Arqueológico, el Pabellón Mudéjar, el Pabellón Real o el de las Artes, que fueron construidos para la Exposición Iberoamericana de 1929 y hoy engalanan Sevilla con su magistral estampa. Muy cerca se encuentra, también, la Plaza de España, parada obligada de la Hispalense más emblemática.

EN BICI

Para volver al siglo XXI, una buena propuesta será hacerlo en bici. La ciudad cuenta con un magnífico servicio de alquiler de bicicletas que se extiende por gran parte de la capital, que además cuenta con una importante red de carril bici. Adquiriendo un abono de Corta Duración dispondremos de un medio de comunicación perfecto para desplazarnos hasta nuestra próxima parada, la céntrica plaza de la Encarnación. En este punto se encuentra uno de los nuevos atractivos turísticos de Sevilla y, seguramente, la estructura que mejor simboliza esa ciudad moderna de la que hablamos: el Metropol Parasol, conocido en Sevilla como ‘Las Setas’. Una estructura de madera con núcleo de hormigón con unas dimensiones de 150 x 70 metros y una altura aproximada de 26 metros. Sus instalaciones albergan un mercado de abastos, locales comerciales y de restauración, una plaza de espectáculos, un mirador y el museo Antiquarium, donde se muestran los restos arqueológicos encontrados durante las obras, de época romana.

Sevilla es una gran ciudad y sería imposible hablar de todo cuanto atesora. No obstante, es importante no olvidar cruzar el Guadalquivir para conocer la parte más arraigada de la ciudad, el Barrio de Triana. Allí, será posible sentir la auténtica esencia de sus gentes, disfrutar del flamenco, la buena mesa y de un buen número de lugares de ocio.  Junto a su mercado, además, se alza otra muestra de esa Sevilla cosmopolita que recorremos a través de este reportaje: el Castillo de San Jorge, sede de la Santa Inquisición en España desde 1481 hasta 1785. Este lugar ha sido transformado en un centro temático sobre la tolerancia, un espacio de reflexión donde el visitante es el protagonista. Este lugar trata de explicar cómo funcionaba la Inquisición y el propio Castillo de San Jorge, y de hacer un razonamiento contemporáneo en el que se actualizan conceptos intemporales como la represión, el fanatismo y la intolerancia.

La lista de visitas obligadas se hace, no obstante interminable al hablar de Sevilla. Tradición y modernidad se entremezclan en una ciudad que merece la pena conocer. Antes de marcharse de este bello lugar no hay que olvidar, sin embargo, adentrarse en la Basílica de la Macarena; fascinarse con su Alcázar; contemplar el Monasterio de La Cartuja y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo; visitar la Plaza de Toros de la Real Maestranza;  deleitarse con las obras de su Museo de Bellas Artes;  o aventurarse en un crucero fluvial por el río Guadalquivir.  Estos son, sólo, algunas de las infinitos tesoros que guarda Sevilla. Un destino que cautivará al visitante, que será incapaz de olvidar cada uno de los ingredientes que hacen de éste un lugar único que redescubrir cada primavera.

DESTACADOS:

SEVILLA EN VERDE

La ciudad apuesta por la sostenibilidad apostando por los medios de transporte limpios, como el tranvía eléctrico o una amplia red de carriles bici que recorre prácticamente toda la ciudad.

PASEO DEL ARTE:

Los fines de semana se puede visitar el Mercadillo "Paseo del Arte", situado bajo el Puente de Triana y con acceso por la calle Betis. En este espacio se pueden encontrar distintos productos de alfarería, cerámica y pinturas, entre otras manifestaciones artísticas.

La Alameda de Hércules,  la Sevilla más ‘chic’

La Alameda de Hércules muestra la cara más alternativa de la ciudad. Rodeada de bares, salas de teatro, teterías y restaurantes, este mítico lugar sevillano mezcla con total equilibrio los estilos más bohemios, alternativos y underground de la ciudad. En los últimos años es, además, una de las zonas más chic de Sevilla. El sitio perfecto para tomar unas copas o comer entre amigos.

Los puentes

Sevilla posee un buen número de puentes que merece la pena contemplar. Con motivo de la Exposición Universal de 1992 se construyeron algunos destacados, como el de la Barqueta, Puente del Alamillo, Puente del V Centenario, dándole a la ciudad un toque de modernidad.

Joyas de Sevilla:

El Ayuntamiento, el Hospital de Venerables, la Isla de la Cartuja, la Real Fábrica de Tabacos o el Archivo de Indias son otras citas obligadas de una escapada a este destino andaluz.

LA TORRE DEL ORO

La Torre del Oro es tan emblemática para Sevilla como su Giralda. Alberga un Museo Naval y es  un emblemático para la ciudad, a la que otorga extraordinarias vistas desde Los Remedios y Triana.

La Isla de la Cartuja, sede de la Expo 92 es otro exponente de la Sevilla más cosmopolita. Quedan algunos pabellones de la exposición y también se han construido edificios nuevos que son sede de la Universidad.

Cómo llegar

Sevilla es una de las ciudades mejor comunicadas del mundo. Algunos de los transportes más usados son coche, tren, avión o, incluso, barco a través del Guadalquivir. Las  redes principales de carreteras como la AP4, la A92 o la A4 la unen con el resto de  España. Además cuenta con un aeropuerto internacional y una estación de tren con alta velocidad.

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