Preocupación municipal por la situación en la bocana del Guadiaro
Alerta municipal. Los tenientes de alcalde de Medio Ambiente, Juan Serván y de la zona del Guadiaro, Óscar Ledesma, visitaron la bocana del río Guadiaro, manifestaron su preocupación por el prolongado cierre, de más de un mes, del río. Los ediles pudieron constatar la presencia de numerosos peces muertos o agonizando, debido a que el río no recibe los aportes de oxígeno del mar, al estar taponada la desembocadura desde septiembre. Ello provoca, además, malos olores, que sufren los habitantes de las viviendas colindantes al río.
El taponamiento de la bocana del Guadiaro es una cuestión recurrente cada verano por el poco caudal del río. Una vez cerrada la desembocadura, la apertura debe hacerse en pocos días, debido a que la falta de oxígeno provoca la muerte de peces, un problema medioambiental que se puede convertir en sanitario, ya que el río desemboca junto a una urbanización situada en Sotogrande. En lo que va de verano, el Ayuntamiento ha tenido que contratar maquinaria pesada en cuatro ocasiones para reabrir la bocana, siendo las anteriores el 23 de julio, el 9 de agosto y los días 1 y 3 de septiembre. En todos los casos, una retroexcavadora ha retirado la arena que impedía la salida al mar del agua del río Guadiaro, mientras que un camión volquete transportaba el material a cierta distancia.
Desde el Ayuntamiento se hace un llamamiento a las administraciones competentes a que intervengan con urgencia, a la vez que ofrecen la colaboración del Ayuntamiento para solucionar este problema, que es recurrente cada año. El teniente de alcalde de Medio Ambiente, Juan Serván recordó que este verano el Ayuntamiento ha actuado en 4 ocasiones en la bocana, pero “estas aperturas por parte del Ayuntamiento no son más que un remedio temporal y un gasto importante para una cuestión que, además, no es de nuestra competencia. Es necesario que Administración Central y Junta de Andalucía se sienten a hablar y tomen las decisiones que haya que tomar, porque la solución estoy seguro que no se encuentra en el estuario del Guadiaro, sino que habrá que ver por qué se llega a esta situación y cómo ponerle remedio”.
Por su parte, el teniente de alcalde de la zona, Oscar Ledesma, señaló que “se hace necesario que las tres administraciones, con los técnicos, busquemos una solución definitiva para estos taponamientos recurrentes de la bocana”.