Las terrazas vuelven a cobrar vida en Sotogrande

La FASE 1 de la desescalada permite la apertura a los diferentes establecimientos hosteleros con terraza y un relativo regreso a la cotidianidad del sector.

 El reinicio de la actividad permite tomar algo de oxígeno a uno de los sectores más perjudicados en la pandemia aunque la limitación de aforo y medidas de seguridad merma en consideración el servicio y la facturación habitual. 

Este reinicio anima las reuniones entre amigos y familia, el regreso de la buena comida y del un mejor ambiente en ese regreso a la “nueva normalidad”.

Quizás las expresión más justa para esta situación no sea la de “hemos vuelto a brindar juntos”, por aquello de aguardar la distancia seguridad pertinente, pero un poco de ese espíritu optimista y más convencido llega en estos días de la mano de la apertura de los establecimientos hosteleros y pequeños comercios, dentro del plan previsto en la FASE 1 de la desescalada. En esta nueva etapa del desconfinamiento, recogida en el BOE.

No son pocas las medidas de seguridad e higiene que tienen que afrontar las terrazas y el sector hostelero en esta vuelta a “su nueva normalidad”. Un aforo máximo del 50%, un máximo de reunión de 10 personas por mesa y una separación entre mesas de al menos dos metros; son algunas de las medidas más relevantes en este reinicio de la actividad gastronómica.

Sotogrande

Reapertura de establecimientos en el Valle del Guadiaro

Repasamos algunos de los más notables y destacados locales gastronómicos de la zona que ya mantienen sus servicios operativos y otros que están en proceso de apertura, preparando y ultimando detalles para que todo esté acondicionado en el momento de reabrir sus puertas tras prácticamente dos meses de inactividad.

Restaurante Mara

En el puerto deportivo de Sotogrande, el Restaurante Mara ya mantiene en marcha su terraza y servicio de gastronomía habitual. Durante el último tramo del confinamiento también prestó atención a domicilio y desde el incio de la nueva fase ya se encuentra de vuelta a la normalidad.

Caso parecidos en La Marina de Sotogrande al Restauranto Don Diego o al Restaurante Casa Moncayo, ubicado en Pueblo Nuevo de Guadiaro. Ambos, en marcha, y con lo mejor de su gastronomía a la mesa.

Torreguadiaro es por excelencia uno de los puntos hosteleros de referencia no ya sólo en el Valle del Guadiaro, en todo el Campo de Gibraltar por su alta concentración de restaurantes y bares de altísima calidad. Reconocidos establecimientos como La Verandah ya se encuentran prestando servicio y dos de los restaurantes con mayor notoriedad, El Trasmallo de Agustino (previsiblemente desde el lunes 18 de mayo) y El Sindikato, ya preparan su vuelta a la actividad en los próximos días (éste último, podría abrir sus puertas el próximo 27 de mayo).

Medidas de seguridad

Los establecimientos hosteleros tendrán que hacer frente durante este proceso de desescalada a importantes atenciones de carácter higiénico en el desempeño de su actividad y como medida de prevención al contagio de COVID-19.

Terrazas Sotogrande

La limpieza y desinfección de mobiliario cada vez que rote una mesa de clientes, uso de desinfectantes y ventilación periódica de las instalaciones serán algunas de las máximas y cotidianas tareas en los restaurantes. Además, los manteles deberán de ser de un solo uso y evitar mantelería con distintos clientes (además se recomienda el lavado mecánico de estos artículos entre 60 y 90 grados). Las cartas digitales a través de los códigos QR son otras de las grandes novedades, así como pizarras y carteles que sustituyan a los habituales menús de mano; la disponibilidad de de dispensadores de geles desinfectantes, cubiertos a un solo uso o el pago con tarjeta serán otros de los aspectos que pasen a ser prioritarios durante el servicio. Además de una estricta higiene en baños y zonas comunes de paso, según establecen los protocolos.

En definitiva, era obvio que variaría sustancialmente ciertos aspectos en la vida diaria de los bares y restaurantes, algo que no debe por otro lado, ensombrecer la alegría de recuperar una sensación única: sentarnos de nuevo a la mesa, con familia y amigos para disfrutar de una buena velada (eso sí, en tramos de 60 y 90 minutos).