El sol: enemigo a largo plazo de la piel
El cáncer de piel solo puede prevenirse reduciendo la exposición solar. Afortunadamente, el paso del tiempo ha hecho que cada vez seamos más conscientes del peligro que trae consigo el sol, y esto lo mencionan en la Unidad de dermatología del HC Marbella: "saben que no se trata únicamente del melanoma, el envejecimiento de la piel está directamente relacionado e importa mucho”.
La piel no perdona ni olvida, y de hecho, el 80% de la radiación que recibimos a lo largo de la vida, se obtiene antes de los 18 años, y sus consecuencias no se manifestarán hasta años después. La adolescencia es esa edad en la que importa más estar morenos y guapos, que la salud de la piel. Lo que hace que este sector de la sociedad sea el foco de atención de los dermatólogos.
Se trata de un daño acumulativo, que hace que los pacientes de cáncer de piel actuales, sean los adultos que tomaron el sol en el pasado. Momento en el que aun se desconocían los efectos nocivos que tiene el sol. No obstante, a día de hoy, sabemos que el 80% de los casos de cáncer de piel se pueden evitar.
La Unidad de dermatología de HC Marbella informan sobre los errores más comunes que se producen frente a la radiación solar.
- Utilizar el fotoprotector para prolongar el tiempo de exposición al sol.
El fotoprotector no es la mejor medida de fotoprotección, a lo que hay que añadir que nunca nos lo aplicamos de la manera ideal.
- Tomar el sol cerca del medio día.
Las horas centrales del día son las más peligrosas, porque es el momento en el que las radiaciones tienen mayor intensidad. Evitar la exposición al sol durante estas horas debería ser una obligación.
- No reponer el fotoprotector cuando sudan o se bañan.
La mejor rutina es aplicar el fotoprotector después de secarse tras cada baño.
- No aplicarse la cantidad adecuada.
Se recomienda utilizar un factor de protección por encima de 30, para reducir así los efectos de aplicarse una cantidad inferior a la recomendada.
- No aplicarse crema protectora cuando ya están bronceados.
Los efectos negativos del sol se sufren independientemente del grado de claridad u oscuridad de la piel.
Ante cualquier elemento extraño en la piel que haga dudar, lo mejor es consultar cuanto antes al dermatólogo. De forma que si algo no estuviese correcto, se pudiese tratar lo antes posible. Pero no hay que olvidar que prevenir es mejor que curar.