El tapeo, ¡qué arte!

De la Ensaladilla rusa, las croquetas, o la tortilla de patatas a propuestas revolucionarias realizadas a base de nitrógeno, mezclas impensables o texturas casi prohibidas. Ir de tapas ha pasado de ser una moda, a convertirse en un auténtico arte culinario. Los mejores chefs apuestan con sus ‘gastrobares’ por la cocina en miniatura y, los bares de siempre, se afanan por elaborar originales propuestas con las que convertirse en lugares de referencia. Entretanto, los amantes del tapeo disfrutan, cada día, de nuevas y extraordinarias elaboraciones en forma de tapa. Sevilla, Madrid, Jaén, Granada o el Campo de Gibraltar son, sólo, algunos destinos muy recomendables para dejarse seducir por los sabores que encierra un buen tapeo.

tapa-txtLa tradición del tapeo en España viene de antaño. Su nombre se atribuye a la costumbre que había en los bares de tapar los vasos de vino o cerveza con un trozo de pan y alguna rodaja de embutido para evitar que entrasen moscas y aliviar el hambre antes de la comida. Las tapas eran, entonces, algo simple, un acompañamiento nimio con el que disfrutar de una bebida en la barra de una tasca.

Con el tiempo, las tapas fueron evolucionando, como reclamo de los establecimientos donde se servían. Era común encontrar elaboraciones caseras como callos, garbanzos con espinacas o migas en las barras de los bares más populares. La tapa empezaba ya a destacar y el gusto por estos aperitivos iría en aumento hasta convertirse en lo que es hoy: una pieza clave de la cultura culinaria.

El mundo del tapeo ha experimentado una auténtica revolución y se ha situado un lugar preferente de la gastronomía. Por toda España proliferan hoy cuidados establecimientos de tapas o pinxos (como se denominan en el País Vasco) con impresionantes variedades de elaboraciones en miniatura. Así, ir de tapas ya no es algo previo a la comida, si no un acto social muy de moda a través del cual darse un gran banquete de variados sabores recorriendo y conociendo un pueblo o ciudad a través de sus bares.

En algunos lugares de España, como Granada, Almería o Jaén, la tapa es un obsequio de la casa del que se disfruta solo por pedir una bebida. Esta tradición ha convertido a estas provincias andaluzas en grandes referentes del tapeo. En toda Andalucía, no obstante, son famosas las tapas, existiendo numerosas rutas, guías, concursos y recomendaciones sobre destinos en los que tapear no solamente es comer tapas, sino alternar con los amigos, charlas con los camareros y conocer la gastronomía de la tierra desde su mesa.

El salmorejo cordobés, la pringá sevillana, el pescaito malagueño, los chocos de huelva, o el atún de almadraba gaditano son, solamente, algunas de las muchas exquisiteces regionales que dan forma al tapeo andaluz.

A lo tradicional se suman, además, las nuevas tendencias, que han entrado por la puerta grande en este mercado. Los más famosos chefs no han dudado en apostar por la tapa, creando suculentos manjares en tamaño mini. Desde hace un tiempo se han puesto muy de moda en las grandes ciudades, como Madrid, los gastrobares. Establecimientos capitaneados por maestros de los fogones en donde es posible deleitarse con los sabores más delicados de la cocina de autor, a través de cuidadas tapas de diseño. Paco Roncero en Madrid o Dani García en Málaga son algunos de los ejemplos más destacados de grandes chefs que han apostado por mostrar sus dotes culinarias a través de pequeñas elaboraciones en forma de tapas.

Ya sean tradicionales o innovadoras. Frías o calientes. De la tierra o el mar. El mejor acompañante de las tapas es, según la región y el gusto del comensal, la cerveza, el tinto de verano o el vino en general. Si a esto se le añaden amigos, buenas charlas y camareros con gracia, se tendrán todos los ingredientes para disfrutar de una tradición con acento de cada tierra.

DESTACADOS

Valle Gastronómico

La zona de Sotogrande y sus alrededores posee una extensa variedad de bares con los que disfrutar de todas las modalidades del buen tapeo.

Es tal el prestigio adquirido por las tapas que en muchas ciudades españolas se celebran ferias donde se premian aquellas tapas más deliciosas, más originales o más agradables a la vista o al paladar.

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