El paraíso surcado desde el cielo
Escapar de la rutina; respirar aire puro; reencontrarse con la vida o, simplemente, sentirse libre. Estas son, sólo, algunas de las razones para viajar al mayor espacio natural protegido de España: Sierra de Cazorla, Segura y las Villas. Más de doscientas mil hectáreas que aguardan al viajero para descubrirle panorámicas jamás soñadas. Una aventura que La Revista de Sotogrande les propone realizar desde el aire, para disfrutar de uno de los grandes tesoros de Jaén a ‘vista de águila’.
Al Este de la bella tierra de los olivos se alzan las majestuosas las sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Uno de los pulmones verdes más valiosos de Europa, y uno de los paisajes más deslumbrantes y conocidos por el gran viajero. Adentrarse en este paraíso jiennense será una aventura inolvidable, perfecta para unos días de auténtica renovación interna. Sólo hay que elegir una de las diversas rutas diseñadas para recorrer sus paisajes, valles, cortados, barrancos, elevadas cumbres y mágicos pueblos, abrir bien los ojos y disfrutar.
Una de las propuestas que más subirán la adrenalina de quienes se atrevan a realizarla es la de recorrer las sierras desde el cielo. Y es que la altura de las montañas del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas; la amplitud de sus valles, y sus buenas condiciones atmosféricas durante gran parte del año, hacen que esta tierra sea el lugar perfecto para el vuelo, sobre todo en parapente. Tanto es así, que en la parte norte del Parque proliferan los centros dedicados a esta disciplina, con clases que van desde la iniciación hasta los vuelos biplaza.
Desde el aire o desde el suelo, la sierra aguarda al visitante para mostrarle todo su esplendor. De entre los muchos parajes que merece la pena visitar, es recomendable dedicar unas horas a recorrer el pintoresco pueblo de Hornos que, enclavado entre montañas, ofrecerá unas extraordinarias vistas panorámicas al embalse del Tranco y al valle del Guadalquivir. Además, el lugar sorprenderá al visitante con las ruinas de una antigua fortaleza que data del siglo XIII.
Otro enclave privilegiado de este paraíso es el castillo de Segura de la Sierra, el más alto del Parque Natural. Desde sus almenas es posible contemplar cómo los pinares se entrelazan con los olivares para dar paso a minúsculas aldeas. Será desde el cielo, sin embargo, desde donde el visitante se quedará deslumbrado al despegar desde el Yelmo (1809 m.) y contemplar, como un pájaro, fascinantes vistas, como las de los bosques de Río Madera o inimaginables atalayas montañosas, como el Espino, el Peñalta y el Cambrón. En este recorrido merece la pena incluir la aldea de Los Anchos, un núcleo perdido entre naturaleza donde descubrir la memoria viva serrana de manos de un peculiar museo. Y es que, a pesar de ser naturaleza en estado puro, y de poseer una geografía difícil, este Parque Natural posee cerca de un centenar de aldeas. Algunas casi se podría decir que están deshabitadas, aunque es imprescindible adentrarse en ellas para sumergirse, en primera persona, en la auténtica forma de vida de la tierra del cordero segureño. Una raza de oveja que constituye uno de los grandes manjares del Parque y que proporcionará al foráneo un auténtico banquete de sabores.
La última parada de esta ruta entre el cielo y la tierra será el embalse de las Anchuricas, uno de los parajes más impresionantes de este extenso parque donde disfrutar del vuelo junto a los buitres leonados y entre densos pinares y altas montañas. Además de ser un lugar idóneo para sobrevolarlo, es un refugio perfecto para darse un buen baño o practicar piragüismo.
Antes de tomar el camino de vuelta a casa, el aeródromo Deportivo del Cornicabral se configura como la parada perfecta para reponer fuerzas y absorber todo lo vivido durante esta fugaz visita al paraíso.
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Realizar la ruta Félix Rodríguez de la Fuente...
El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas rinde homenaje al gran Félix Rodríguez de la Fuente con una magnífica ruta concebida para los amantes de los animales. Se trata de un camino de cerca de veinte kilómetros que transcurre por uno de los ámbitos más valiosos de todo el Parque. Este recorrido fue realizado por Félix Rodríguez de la Fuente en numerosas ocasiones con el fin de incorporar a su serie “El Hombre y la Tierra” alguna de sus más memorables secuencias. La ruta, señalizada con roca caliza, cuenta además con 5 miradores, a su vez dotados de paneles, que permiten un mejor conocimiento de los valores paisajísticos y biológicos del Parque. Los puntos destacados de este trazado son el Mirador de Felix Rodríguez de la Fuente, el Mirador del Castillo de Bujaraiza, el Mirador de las Ánimas (Parque Cinegético), el Mirador de Mirabueno y el Mirador de Cabeza de la Viña.
Buscar el nacimiento del Guadalquivir...
El nacimiento del río más importante de Andalucía se produce dentro del Parque Natural. Concretamente, el Guadalquivir surge entre formaciones geológicas con densos pinares de pino laricio y negral, en la hondonada de la Cañada de las Fuentes. En este paraje hay una zona recreativa a la que acuden con frecuencia gamos y ciervos en pequeños grupos muy recomendable de visitar.En este lugar confluyen varios arroyos que descienden de las montañas cercanas: el de los Teatinos, el de la Juan Fría o el arroyo de la Luz entre otros. Desde la Cañada de las Fuentes se abren algunas de las rutas más llamativas de la zona.
Contemplar la fauna ibérica...
OTROS LUGARES DE INTERÉS:
Centro de Visitantes y Jardín Botánico Torre del Vinagre.
Parque de Fauna Silvestre Collado del Almendro.