¿Qué mascarillas son recomendables para la vuelta a la normalidad?
¿Qué mascarilla tendrán que llevar los clientes cuando se sienten en la
terraza de un bar? ¿Cuál será la que deban portar los camareros, peluqueros, comerciantes, o aquellas profesiones que trabajen de cara al público? ¿Y aquellos trabajadores que no tienen contacto directo con el público, como por ejemplo los cocineros?
Este tipo de cuestiones están en la mente de cualquier ciudadano a la hora de volver a la denominada “nueva normalidad”. Lo primero que hay que saber es que existen tres tipos de mascarillas, cada una con unas características específicas: por un lado, las mascarillas higiénicas, recomendadas para personas sanas y sin contacto con el coronavirus; por otro lado, las mascarillas quirúrgicas, aconsejadas para personas contagiadas, que están diseñadas para proteger a quienes están alrededor del portador; y, por último, las mascarillas autofiltrantes, que son equipos de protección individual y son las que ofrecen una mayor variedad. En este caso, existen otras tres subclases: FFP1, que frena al menos 78% de las partículas; FFP2, que frena al menos 92% de las partículas; y la FFP3, que frena al menos 98% de las partículas.
Llegados a este punto, ¿qué tipo es la más recomendable? Para los
profesionales que trabajen de cara al público, lo idóneo es que utilicen al
menos una mascarilla FFP2, y si es fuera posible una FFP3, ya que ambas
sirven para evitar contagiar y nos protegen del riesgo de contagio. Hay que
tener muy en cuenta la posibilidad de que una persona esté contagiada y no
sea consciente (pacientes asintomáticos), pudiendo de esta manera contagiar de manera bien directa o bien indirecta a otras personas, lo que podría suceder por ejemplo en un restaurante cuando reabran sus puertas. Por ello es muy recomendable utilizar siempre que salgamos a la calle una de estas mascarillas.
Al mismo tiempo, aunque hasta ahora no existe constancia de que este virus ni ningún otro de carácter respiratorio se contagie a través de los alimentos o de sus envases, desde Dräger, la multinacional líder en los campos de la tecnología médica y de seguridad también aconsejan para aquellos trabajadores que manipulan productos que usen la FFP3 sin válvula, si bien también puede servir la FFP2.
Dräger recuerda que la recomendación de utilizar mascarillas es universal y para todos los ámbitos. De nuevo, en estos casos la precaución es siempre la mejor arma, por lo que lo más conveniente es hacer uso de al menos una
mascarilla quirúrgica.