El salario mínimo del que nadie habla

Se habla mucho de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una medida estrella desde que el PSOE regresó al Palacio de la Moncloa. Pero nadie habla de un salario mínimo importante: el salario mínimo que no se cobra.
En efecto, el salario mínimo es una barrera frente a la creación de empleo para aquellos trabajadores con menor productividad, y que por esa razón no cobrarán dicho salario, porque perderán su empleo o no podrán conseguir un empleo si están parados.
Y en un país que tiene récord de paro, en especial de paro juvenil, ni el Gobierno, ni sus socios, ni los sindicatos, mostraron interés en discutir el impacto del SMI sobre el desempleo. Todo pareció reducirse a si los perceptores del incrementado salario mínimo deberán pagar el IRPF o no. Nada más.
Como editorializó Expansión, el SMI se ha convertido en una bandera supuestamente progresista, cuando es una muestra de “oportunismo político” para conseguir ventajas electorales por parte de una izquierda que quiere presentarse como abanderada de la clase obrera.
En la práctica, son varias las instituciones que han advertido del riesgo que supone para el empleo la considerable subida del SMI impuesta por el Gobierno de Sánchez a la vez que disminuye la productividad. La patronal Cepyme estimó que se han dejado de crear 350.000 puestos de trabajo en las empresas más pequeñas, que son las más perjudicadas por los aumentos del SMI, al ser su productividad inferior a la de las empresas grandes. Informó ABC: “España tiene el SMI más costoso de la Unión Europea pese a registrar la segunda mayor caída de la productividad”.
Y así, mientras las autoridades insisten en que se dedican a proteger a los “vulnerables”, en realidad los castigan, porque sus medidas dañan en particular a los más débiles. Por cierto, lo mismo sucede con los impuestos, aunque en este caso sospecho que la población percibe con más claridad lo que las estadísticas indican, a saber, que el peso de la mayor recaudación no ha recaído sobre los ricos sino sobre los trabajadores, los autónomos y la clase media.