Encontrarte sola en tu habitación de hotel

Siempre me ha ocurrido que, cuando viajo sola, mis nervios y mi ansiedad (sí, a pesar de ser una viajera en solitario experimentada, aún puedo sentirme nerviosa) siempre alcanzan su punto álgido justo antes de viajar y, de nuevo, cuando llego al hotel y me registro en la habitación. 

Aunque me encanta estar en el aeropuerto y el viaje hasta el hotel me parece emocionante, hay algo embriagador y mágico en llegar a un lugar nuevo, mirar por la ventana y asimilarlo todo. Dicho esto, a menudo temo ese momento justo después de llegar al hotel.

Una vez que me han llevado a mi habitación con el equipaje depositado a buen recaudo, ocurre algo extraño. Cuando la puerta se cierra lentamente, cuando desciende el silencio, la paz y la soledad, de repente me siento insegura sobre qué hacer a continuación.

¡He llegado! He estado anhelando este descanso, este lujoso regalo de estar sola, capaz de deleitarme con mis propios pensamientos a mi propio ritmo.
Entonces, ¿por qué me encuentro con esta incertidumbre?

Estar sola en una habitación de hotel durante la primera hora o así tras la llegada puede ser lo más duro.

Sé que no soy la única que se siente así. Muchas publicaciones en las redes sociales son de mujeres que preguntan a otras cómo gestionan los sentimientos abrumadores a los que se enfrentan de repente tras registrarse en un hotel y quedarse solas en su habitación.

Cada uno de nosotros nos enfrentamos a emociones diferentes, que van desde la melancolía, la ansiedad, la tristeza, el miedo, la pérdida de adrenalina, el arrepentimiento... y la lista continúa. Es este momento exacto, experimentar estos sentimientos exactos, lo primero que temimos cuando nos dispusimos a planificar nuestro viaje en solitario. Maldita sea.

Es casi como si todo lo que hemos estado guardando en cajas de repente saliera disparado. Una caja de Pandora de nosotros mismos se desata, exigiendo atención.
Jane, una exitosa directora ejecutiva de una agencia digital, viaja habitualmente en solitario al menos un par de veces al año, y nos habla de cómo se siente en ese momento.

"Cuando por fin llega ese momento, el que he estado literalmente deseando tener, a veces durante meses, el momento en que se deshace todo y empieza mi tiempo a solas, me desmorono un poco. Tengo ese enorme momento existencial en el que de repente dudo de qué demonios estoy haciendo y me siento aterradoramente sola. Me paralizo. En ese momento, a menudo me emociono enormemente, y para alguien que no es llorona, esto es enorme.Es una liberación y una tensión a la vez».

No te dejes llevar por los nervios: conoce tu hotel

Puede ser difícil superar este momento. Ahora, después de muchos años de viajar sola como mujer, sé que pasará, y lo mejor que puedo hacer es apoyarme en él y dejar que llegue ese momento. No permitirme quedarme atrapada en la habitación del hotel y pedir el servicio de habitaciones, en lugar de salir a cenar por mi cuenta.
Mi enfoque consiste en no permitir que estos sentimientos se apoderen de mí y me controlen. Deshago la maleta con lo mínimo que necesito para salir a explorar el hotel. Si puedo hacerlo en los 30 minutos siguientes a mi llegada, significa que el ímpetu me impulsa, ¡y los nervios ni siquiera se dejan ver!

Voy a buscar el restaurante en el que me gustaría cenar esa noche y reservo una mesa, con buenas vistas, llegando 30 minutos antes de la hora de mayor afluencia, para estar sentada y no tener que caminar por un restaurante abarrotado en mi primera noche. Normalmente, intento encontrar al gerente del restaurante y le pido que me oriente al respecto.

Poco después, busco el spa para reservar algunos tratamientos, si aún no lo he hecho, o para confirmar y comprobar los que ya he reservado.

Por último, deambulo por el hotel para orientarme, lo que a menudo termina en un bonito bar o junto a la piscina, con unas vistas fantásticas y una copa de vino bien fría. ¡Perfecto!

Permite que cambie tu mentalidad

A estas alturas, mi mentalidad ya ha cambiado, y me doy cuenta de que ya me he sumergido cómodamente en la increíble experiencia que tengo ante mí.

A medida que me relajo, me convierto en una mujer segura de sí misma que viaja sola, y empiezo a abrazar plenamente el deseo de viajar que me impulsó hasta aquí, y a instalarme lujosamente en mi aventura en solitario.

Si quieres reservar un viaje en solitario para una mujer, envía un correo electrónico a nuestro equipo de expertos en planificación de viajes de lujo [email protected] y nos pondremos en contacto contigo para que nos cuentes todo sobre tu viaje, para que dejes de soñar y empieces a planificarlo.

Escrito por:
Clare Westwood, fundadora de Viaja con Abeona, experta en viajes de lujo - empoderando a las mujeres para que se conviertan en intrépidas exploradoras globales

www.travelwithabeona.com +34 607 494 802

Viaja con Abeona es un servicio de planificación de viajes de lujo dedicado exclusivamente a apoyar a las viajeras que desean viajar solas, pero sin renunciar al estilo.

Viaja con Abeona SL, CIF: B72336035 es una Agencia de Viajes registrada en España con el número C.I.AN-117970-2, está asegurada con seguro de caución para la venta de productos y servicios de viajes combinados por Catalana Occidente SA Seg. y Reaseguros y está asegurada por responsabilidad civil por Hiscox SA. Dirección: Calle Forma 8, Sotogrande, 11310, San Roque, Cádiz, España

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How to navigate being alone in your hotel room as a woman travelling alone

Finding yourself alone in your hotel room

I’ve always found that travelling alone as a woman, my nerves and anxiety (yes, despite being a seasoned solo female traveller, I can still get the travel jitters) are always peak just before I travel and again when I arrive at my hotel and check into my hotel room. 

Whilst I love being at the airport and find the journey to the hotel thrilling – there is something heady and magical about being driven to somewhere new, looking out the window and taking it all in. Having said that, I often dread that window of time just after arriving at the hotel.

Once I have been shown to my room with luggage safely deposited, something odd happens. As the door slowly closes, as silence, peace and solitude descends, I suddenly feel rather unsure of what to do next. 

I have arrived! I have been yearning for this break, this luxurious gift of being alone, able to revel in my own thoughts at my own pace. 

So why am I faced with this uncertainty? 

Being alone in a hotel room during the first hour or so after arrival can be the hardest thing

I know I am not the only one to feel like this. Many posts on social media are from women asking others how they manage the overwhelming feelings they are suddenly faced with after checking into a hotel and being alone in their hotel room. 

We each face different emotions, ranging from melancholy, anxiety, sadness, fear, loss of adrenaline, regret… the list goes on. It is this exact moment, experiencing these exact feelings, we were first afraid of when we set out to plan our solo trip. Darn it. 

It is almost as if everything we have been keeping boxed up suddenly whooshes out. A pandora’s box of ourselves is unleashed, demanding attention. 

Jane, a successful CEO of a digital agency, habitually travels solo at least a couple of times a year, and she talks of how she feels during this moment. 

“When that moment finally arrives, the one I have literally been bursting to have, sometimes for months, the one when everything is unpacked and my time alone begins, I kinda crumble. I have this huge existential moment where I suddenly doubt what the hell am I doing and feel terrifyingly alone. I freeze. In that moment, I often get hugely emotional, and for someone who is not a crier, this is huge. It is a release and tension all at once.” 

Don’t let the nerves take hold – get to know your hotel

It can be hard to navigate this moment. Now, after many years of taking journeys as a woman alone, I know it will pass, and the best thing to do is lean into it and just let that moment be. To not allow myself to get stuck in my hotel room and order room service, instead of going out for dinner on my own.

My approach is to not allow these feelings to take hold and control me. I unpack the minimum I need to go out and explore the hotel. If I can do this within 30 mins of arrival, that means momentum is driving me, and nerves don’t even get a look-in!

I go and find the restaurant I would like to dine in that night and book a table – with a nice view, arriving 30 mins before the busy time, so I am seated and not having to walk through a busy restaurant on my first night. Normally, I try to find the restaurant manager and ask for their guidance on this. 

Shortly after, I’ll seek out the spa to either book some treatments if I haven’t already, or to confirm and check in on the ones I have pre booked.  

Finally, I’ll wander around the hotel getting my bearings, which often ends up at a nice bar or by the swimming pool, with a fantastic view, with a superbly chilled glass of wine. Perfect!

Allow your mindset to shift

By this time, my mindset has shifted, and I find I have now slipped comfortably into the amazing experience in front of me.

As I relax, I become a confident woman travelling alone, and begin to fully embrace the wanderlust that drove me here, and settle luxuriously into my solo adventure.

If you would like to book a solo female travel trip, drop our team of luxury travel planning experts an email [email protected] and we’ll be in touch to hear all about your trip, so you can stop dreaming and start planning. 

www.travelwithabeona.com +34 607 494 802

Written by:

Clare Westwood, Founder of Travel with Abeona, Luxury Travel Expert – empowering women to become fearless global explorers.

Travel with Abeona is a luxury travel planning service dedicated exclusively to supporting female travellers wishing to journey alone, but without compromising on style.

Travel with Abeona SL, CIF: B72336035 is a Travel Agency registered in Spain with the number C.I.AN-117970-2, is insured with surety insurance to sell package travel products and services by Catalana Occidente SA Seg. y Reaseguros and is insured for civil responsibility by Hiscox SA. Address: Calle Forma 8, Sotogrande, 11310, San Roque, Cádiz, Spain