Comer: algo más que sentarse a la mesa
Preparar una comida durante horas y que solo esté en plato, diez minutos, decepciona. Los que cocinan quieren que los comensales, amigos o familia, lo disfruten. ¿Qué hace que la gente se pare a disfrutar de una buena comida, o cena? La decoración de la mesa.
Además de un tema de conversación durante la comida, ayuda a disfrutar del momento, de los detalles, a observar y charlar, mientras comen. Pero esta situación también ayuda a la inversa: un plato sencillo, junto a una buena presentación, aumenta la categoría del plato.
Hay que cuidar cada detalle, desde los centros de mesa hasta la colocación de las servilletas. Actualmente, se lleva los anillos más orgánicos como por ejemplo de madera o bambú, hasta unas pequeñas plantas anudadas a estas, junto a los cubiertos. Los cubiertos se pueden ver desde los más vintage y con un estilo usado, hasta los palillos, pasando una vajilla negra, un poco más moderna.
Se pueden encontrar muchos tipos de centro de mesas como los más básicos de flores o plantas, combinadas con frutas secas. Pero un paso más allá se encontraría, ramas de laurel rodeando los platos por toda la mesa, verduras, maderas con un estilo orgánico, velas con formas diferentes o algo hecho a mano, más artesanal y personal, para que combine con el estilo de la casa.
Sin quedarse atrás, están los entrantes para picar mientras esperan, como puede ser, una tabla de charcutería, salados, o el más popular: de quesos. Este último se combina con una gran variedad de quesos, ya sea, frutas como uva o pera, miel, tostadas o galletas saladas. Sin olvidar de un vino que acompañe a esta comida y encaje a la perfección con los sabores.
El estilo de vajilla, va de un extremo a otro, desde las más claras, como beige con motivos, hasta las más oscuras y minimalistas. Los platos pueden variar de forma, no están solo los circulares, hay de muchos tipos de materiales como pizarra o madera y de todas las formas, rectangulares, triangulares u orgánicos.
Si se atiende a la psicología, el color azul en las vajillas hace que elimine el apetito o el uso de platos más pequeños hace que parezca mayor la cantidad de comida que hay en el plato. Luego se puede jugar con decoración dentro de este, con las salsas, esparcida de diferentes maneras o pequeños detalles con las especias o el acompañamiento.
Todo acaba de una manera más divertida y entretenida de hacer que los comensales disfruten mucho más de la comida. Pero nunca hay que buscar una excusa, se puede hacer siempre y en cualquier ocasión, hará la experiencia más entretenida por ambas partes desde quien los prepara hasta el invitado.