Amazonian Rose el nuevo perfume de Carolina Herrera que rinde homenaje a su fundadora

La colección Herrera Confidential gira en torno a la fabulosa vida de Carolina Herrera, sus viajes, sus pasiones y sus recuerdos Ěamiliares. Amazonian Rose, la nueva fragancia de la línea más e  clusiva de la  casa, da un paso más y rinde homenaje a la fundadora de la marca. Carolina Herrera, la joven nacida en Venezuela que supo triunfar en la e  igente moda neoyorquina, es conocida por su Ěamilia como Rosa de Venezuela. Y esta nueva fragancia es un canto de amor a su personalidad, su pasión y su é ito que hunde sus raíces en la e uberante naturaleza latinoamericana. Floral, tropical, romántica y energética, Amazonian Rose esconde, como todas los perfumes de este álbum de recuerdos olfativo, una historia propia.

Un jardín amazónico

Muchas historias de Herrera Confidential son una invitación al viaje. Y el viaje que propone Amazonian Rose tiene un destino muy preciso: la Hacienda La Vega, la imponente residencia de la Ěamilia Herrera en el corazón de Caracas, un paraíso refinado que durante décadas acogió los salones más elegantes de la sociedad venezolana. Años antes de mudarse a Nueva York, una jovencísima Carolina Herrera comenzó a forjar su leyenda en este punto de encuentro para el arte, la nobleza y los negocios.

El jardín de La Vega era la auténtica joya de la casa: un paisaje laberíntico cuyos senderos discurrían entre setos, árboles y arbustos donde se mezclaba la vegetación típica venezolana con las infinitas variedades de rosas que cultivaba la familia y con especies vegetales traídas desde muy lejos. En este vergel destacaba un imponente ejemplar de Bìownea gìandiceps, un árbol conocido como Rosa de Venezuela a pesar de que no pertenece formalmente a la familia botánica de las rosas. La culpa la tienen sus espectaculares flores, que se agrupan en grandes inflorescencias conformando un auténtico espectáculo de la naturaleza, de un tono rojo encendido con irisaciones rosas y naranjas que no está muy lejos de las combinaciones cromáticas que aún hoy forman parte de la moda de Carolina Herrera.

“Es una especie botánica única y llena de magia, que representa la belleza de Venezuela y de América Latina, y para nuestra familia es una suerte de metáfora de mi propia madre, a la que en ocasiones llamamos así de forma cariñosa, Rosa de Venezuela”, e plica la directora creativa de Carolina Herrera Beauty. “Crear esta fragancia a partir de este recuerdo es, por tanto, un homenaje a ella, tan valiente, vivaz y sorprendente como la Rosa de Venezuela”.

Un ejercicio de imaginación olfativa

La rosa de Venezuela no tiene aroma. Sin embargo, lejos de acobardarse, el joven perfumista Nicolas Bonneville, autor de Amazonian Rose, ha tomado este desafío como un reto personal. Este joven perfumista, un apasionado de la jardinería y las flores, ha llevado a cabo un e traordinario ejercicio de creatividad olfativa, naturalismo y fantasía cuyo resultado es una fragancia que imagina un olor tan  e uberante y arrollador como la sublime rosa de Venezuela: un perfume floral y tropical, basado en el olor de la rosa pero con acentos inconfundiblemente amazónicos. Una obra maestra contemporánea y lista para llevar.

En las notas de salida destaca el magnetismo del cardamomo de Guatemala con su frescura especiada. Nicolas Bonneville ha empleado una variedad que es el resultado de métodos sostenibles, como reciclar las semillas desechadas por los mercados de especias que las descartan por su aspecto, aunque su contenido olfativo siga siendo e traordinario.

Es este cardamomo el que aporta el fulgor inicial, y abre, como una fanfarria o una obertura orquestal,  el camino a la verdadera protagonista, al corazón del perfume: una rosa de Venezuela recreada mediante una mezcla de rosa damascena y fruta de la pasión: romanticismo y frescura,

A medida que pasa el tiempo, la evolución de la fragancia desvela sus últimos secretos, sus notas de fondo: un acorde de copal me icano, ligado a las raíces de América Latina y a su paisaje. Esta resina de tonos cálidos que contienen toda la magia del sol y entonan un canto a los cielos me icanos, es también un ejercicio de reconstrucción creativa que aúna mirra e incienso árabe de origen certificado.

Un homenaje a Carolina Herrera solo puede venir acompañado por su color fetiche: el rojo Carolina, un tono intenso y energético que impregna el vidrio facetado y biselado del elegante frasco que caracteriza a los perfumes de Herrera Confidential. Este tono intenso y transparente, casi ígneo, contrasta con las elegantes superficies doradas y lacadas en negro del tapón, la base y la etiqueta. Un homenaje lujoso y e uberante a la más energética de las creadoras de moda del último medio siglo.