Pactos y precios, por Carlos Rodríguez Braun
Todo sugiere que la confluencia entre la izquierda, la extrema izquierda y los independentistas favorece más a los dirigentes que a los ciudadanos, que se verán forzados a pagar un elevado precio por sus pactos.
Carlos Alsina, director del programa “Más de Uno” en Onda Cero, en el que participo diariamente, puso el dedo en la llaga al analizar el documento sobre la amnistía, suscrito entre el PSOE y Junts, en el que no encontró ninguna medida pensada para mejorar la vida de los españoles. Hay muchas medidas, en cambio, que benefician a los firmantes, empezando porque los independentistas obtuvieron una garantía de impunidad para los actos delictivos cometidos por sus cabecillas y militantes, mientras que la izquierda logró los votos para un nuevo Gobierno.
La condonación de la deuda catalana, o de las demás autonomías, las transferencias de los impuestos o los ferrocarriles de cercanías a Cataluña, o de la Seguridad Social al gobierno vasco, que acordaron PSOE y PNV, o asumir el “relato” histórico de los nacionalistas, no son muestras de progreso para la gente, y mucho menos lo es el desmantelamiento de la independencia de los jueces y la división de poderes.
Lógicamente, no es así como lo ven los firmantes de los pactos. Ahora bien, mientras que los nacionalistas pueden reivindicar logros en sus exigencias, el PSOE tiene más dificultad a la hora de explicar que ha conseguido claros beneficios para el pueblo y no solo para Pedro Sánchez. Lo que argumentan desde el socialismo es que han asegurado la convivencia en Cataluña, porque los nacionalistas han renunciado a la unilateralidad para llegar a sus últimos objetivos. Como es obvio, a esto siempre se puede replicar que dicha renuncia se debe a que el PSOE les ha concedido lo que reclamaban, y que siempre podrán replantear sus demandas en el futuro si creen que las cesiones que obtienen son insuficientes.
Vienen tiempos difíciles, sin duda, en los que la serenidad de los españoles será puesta a prueba, pero en los que también se verá si sus autoridades harán también frente al precio de los pactos que imponen a sus súbditos.
Pacts and prices
Everything suggests that the convergence between the left, the extreme left and those seeking independence is better for leaders that citizens, who will be forced to pay a high price for their pacts.
Carlos Alsina, presenter of the programme “Más de Uno” on Onda Cero, in which I participate on a daily basis, put his finger on the problem by analysing the document on the amnesty, signed between PSOE and Junts, in which he didn’t find any measures designed to improve the lives of Spaniards. On the other hand, there are many measures that benefit the signatories, beginning with the fact that those seeking independence obtained a guarantee of impunity for the criminal acts committed by their leaders and members, while the left obtained the votes for a new Government.
The cancellation of Catalan debt, or that of other autonomous regions, the transfers of taxes or suburban railways to Catalonia, or Social Security to the Basque government, agreed by PSOE and PNV, or accepting the historical “narrative” of the nationalists are not examples of progress for people, and much less so is the dismantling of the independence of judges and the division of powers.
Logically, this isn’t how the signatories of the pacts see things. However, while nationalists can claim achievements in their demands, the PSOE has greater difficulty when it comes to explaining that it has achieved clear benefits for the people and not only for Pedro Sánchez. The socialists claim that they have ensured coexistence in Catalonia, because the nationalists have given up on unilateralism in order to achieve their ultimate aims. Obviously, it is always possible to respond that this renunciation is due to the fat that the PSOE has granted them what they wanted, and that they can also put forward their demands again in the future if they believe that the concessions obtained are insufficient.
Undoubtedly, difficult times are coming in which the serenity of the Spaniards will be tested, but in which it will also be seen if they authorities will also pay the price of the pacts which they are imposing on their subjects.